Es de Lomas y está transitando una antigua ruta de peregrinación a pie 

De Inglaterra a Italia . Rodrigo Grosso se fue del país hace mucho y quiere dar a conocer sus travesías. Actualmente, camina más de 30 kilómetros por día para llegar al Vaticano. 

Sus incondicionales pies, una carpa y el valor intacto para llegar a destino es la clave para que el lomense, Rodrigo Grosso (33) pueda concluir en una semana a pura y exclusiva caminata, la Vía Francigena: una antigua ruta de peregrinación que une las ciudades de Canterbury (Inglaterra) con el Vaticano (Roma). 

La travesía que se puede seguir en @tu.copiloto.nomada comenzó hace meses atrás, exactamente el inicio fue el 14 de junio y espera llegar al Vaticano el lunes 29, según sus propios cálculos. Rodrigo habló con La Unión sobre dicha caminata que además la recorre en total soledad. "Me gusta caminar y ya he hecho varios caminos de peregrinación en Europa y en Argentina porque me gusta el ambiente que se genera. Nunca se exige nada y hay una amabilidad constante, se conoce gente buena que siempre está ahí para un intercambio", comenzó contando sobre dicha travesía que decidió hacerla porque además es el año del jubileo en Italia que se celebra cada 25 años. "No soy religioso para nada, pero me gusta este tipo de eventos que son históricos", declaró.

Por eso, llegar a Roma tras recorrer este camino de tantos kilómetros a pie es sumamente importante para el lomense que se fue del país en 2016 tras recibirse en la Universidad de Buenos Aires (UBA) de licenciado en Administración de Empresas.

Me gusta caminar y ya he hecho varios caminos de peregrinación en Europa y en Argentina porque me gusta el ambiente que se genera. Nunca se exige nada y hay una amabilidad constante, se conoce gente buena que siempre está ahí para un intercambio

"Este proyecto lo comencé para las redes sociales y la web porque mi idea es promocionar lugares que no sean tan conocidos, esos que no son tan turísticos y lo que hago es crear contenido, hacer videos acerca de estos recorridos para que se den a conocer en la habla hispana y dar información, por ejemplo sobre este camino ya que no hay en español", expresó.

Durante todos estos meses de peregrinación por la Vía Francigena vivió momentos lindos y otros un tanto complicados. "Hay muchas ventajas y desventajas, personalmente no me preparo demasiado físicamente porque ya sé que mi cuerpo puede hacer este tipo de travesía ya que las he hecho anteriormente, pero esta sin dudas es la más larga", contó y agregó: "El clima que te va tocando a lo largo del camino es complicado. Por la fecha, hizo calor, pero he pasado por tormentas torrenciales, neblinas que no te dejan ver nada y por olas de calor, pero todo eso se transita sin dejar de caminar".

Por eso, llegar a Roma tras recorrer este camino de tantos kilómetros a pie es sumamente importante para el lomense que se fue del país en 2016 tras recibirse en la Universidad de Buenos Aires (UBA) de licenciado en Administración de Empresas.

También Rodrigo que vivía en pleno centro de Lomas resaltó que aprovechó para hacer algunas paradas en ciudades de Francia y de Italia: "Conocí nuevos lugares, paisajes, he tomado como unas minis vacaciones, pero todo a pie".

Más de tres meses viajando, conociendo gente y observar lugares inolvidables es lo que más rescata de lo bueno de peregrinar. "Uno de los momentos más lindos fue cuando llegué a El Paso del Gran San Bernardo que es un collado de montaña en la frontera entre Suiza e Italia, que forma parte de los Alpes Peninos, una de las principales cadenas montañosas de los Alpes europeos", señaló Rodrigo quien en ese momento estaba caminando con dos peregrinos más que no quisieron acampar allí porque la temperatura baja mucho al anochecer, pero el lomense no lo dudó y se quedó solo a admirar esa inmensidad de la naturaleza. "Es lo más alto porque se llega a los 2500 metros sobre el nivel del mar y se tarda unos cuatro días en llegar allí a través de un camino en subida constante. Fue bonito haber dormido allí, a esa altura. Acostarme viendo las montañas y despertarme con un amanecer inolvidable, quería disfrutar de esa vista y lo disfruté".

Por otra parte, contó que lo más complicado de este viaje fue en Francia cuando no encontraron un lugar para acampar y el cansancio se hacía cada vez más insoportable: "Éramos tres que caminábamos juntos en ese momento y recién después de recorrer como unos 40 kilómetros hallamos un espacio de descanso, pero fueron mas de 12 horas caminando y ya al final de la noche me movía por inercia con muy poca energía", dijo sobre la adversidad en esos periplos.

Si bien, Rodrigo destacó que hay hosteles, albergues y distintos lugares para los peregrinos, por un tema económico la mayoría de las veces elige acampar. "Como tengo la carpa voy eligiendo si acampo al lado del camino y voy anticipando con días de antelación en que lugar puedo quedarme en la próxima parada porque hay lugares que hasta te dan el desayuno y la cena, pero eso lo voy manejando a medida que pasan los días", destacó.

Sobre el final de dicha peregrinación destacó que le queda apenas una semana y que ya tiene en mente otra excursión y caminata. "Todo depende si puedo costear el próximo viaje económicamente que no es fácil y más que nada a largo plazo, pero tengo en mente varios recorridos", anticipó el viajero que añadió a su relato que tiene en sus planes transitar una nueva vía que parte de Estonia y concluye en Roma.

"Me gusta ir a diferentes lados dentro de lo que es mi proyecto de encontrar lugares que no sean tan turísticos o transitados. Poder buscar u brindar esta información en español es mi objetivo: armar artículos o guías para las personas que le gusta la aventura como a mi", concluyó a punto de llegar a destino.

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