A 50 años de la Masacre de Pasco: el dolor en primera persona

MEMORIA Y VERDAD. Cuatro hijos de víctimas de aquel trágico suceso contaron cómo los secuestros y asesinatos de sus familiares cambiaron su vida para siempre.

Sobre la calle Pasco existe un monumento a modo de homenaje para las ocho víctimas

Sobre la calle Pasco existe un monumento a modo de homenaje para las ocho víctimas.

Cada 21 de marzo es especial ya que un día como hoy, pero de 1975, ocurrió la Masacre de Pasco, donde la Triple A secuestró, torturó y asesinó a ocho militantes de la Juventud Peronista en San José. A 50 años de aquella oscura jornada, cuatro familiares de las víctimas contaron cómo ese trágico suceso los marcó de por vida e invitaron a los vecinos a la reflexión.

Alejandro Lencina es hijo de Héctor Lencina (quien fuera concejal y presidente del bloque Juventud Peronista, asesinado a sus 33 años), quien en una sensible charla con el Diario La Unión contó que, según su punto de vista, la Masacre de Pasco "fue intencional y tuvo como objetivo infundir terror" por la manera en la que se dieron los secuestros en los domicilios, los posteriores fusilamientos en José Mármol y la decisión de dinamitar los cuerpos.

"La Masacre de Pasco atravesó profundamente a toda mi familia. Además, en 1978, también fui secuestrado visitando la tumba de mi padre y fui llevado a un Centro Clandestino de Detención conocido como El Vesubio, donde estuve un día y medio privado de la libertad", reveló.

"El asesinato de los ocho vecinos no fue azaroso, sino político. La Masacre de Pasco fue la antesala de lo que fue la Dictadura Militar, un proceso que llevó al secuestro, tortura, desaparición y asesinato de miles y miles de hombres y mujeres", se lamentó Lencina.

El asesinato de los ocho vecinos no fue azaroso, sino político.

Lorena Sandoval, hija de Hugo "el nene" Sandoval (dirigente peronista, integrante del bloque Juventud Peronista y amigo de Héctor Lencina) se sumó a la charla y contó que su padre se salvó de ser secuestrado y asesinado el 21 de marzo de 1975 por una cuestión del destino.

"Mi papá se iba a juntar a ver un partido de fútbol con Héctor, un encuentro que no se llegó a dar ya que yo, que tenía un año y medio, estaba enferma. Esa misma noche, unos compañeros le contaron que Héctor había sido secuestrado y asesinado", detalló Sandoval.

"Para mi padre, Héctor era como su hermano, por lo que el dolor convivió consigo durante mucho tiempo. Desde 1976, mi papá le rindió homenaje a él y a los otros siete compañeros asesinados yendo al cementerio de Lomas, incluso en plena Dictadura Militar, para honrar su memoria, un gesto que lo tuvo hasta el 2020 cuando falleció", admitió Lorena, con profundo sentir. Desde el 2021, es ella quien tomó la posta y sigue llevando a cabo el homenaje, como cada 21 de marzo.

"Mi historia es muy triste, pero lo más importante es que con ella quiero ayudar a la gente de mi barrio para que viva cada vez mejor, tal cual lo hacia mi papá German Gómez, un laburante y peronista de ley, humilde, profundamente solidario y que daba una mano con lo que podía", se sumó Patricia Gómez, hija de otro de los vecinos asesinados en la Masacre de Pasco, quien inmediatamente agregó: "Como buen luchador de la vida, él era boxeador y tenía un corazón enorme. Ese es su legado y así quiero reivindicarlo".

Carlos "Poly" Flores, hijo de Héctor Flores (que pertenecía a la Juventud Peronista y también fue asesinado el 21 de marzo de 1975) contó que su padre fue secuestrado luego de una reunión en Llavallol, aquella noche que manchó para siempre la historia argentina.

"Cuando uno crece entiende la pasión que tenían esos jóvenes por el peronismo. A lo largo de estas cinco décadas he sufrido mucho, pero sigo de pie siguiendo los pasos de mi padre: actualmente milito para el Partido Justicialista de Lomas con placer y orgullo", dijo Carlos, que es integrante de la red H.I.J.O.S. de Lomas y de la Provincia de Buenos Aires.

"Lomas tuvo un inmenso compromiso para instaurar un debate histórico sobre estos trágicos sucesos y en ese sentido quiero reivindicar el papel de Juan Bruno Tavano, quien fuera intendente del distrito algunas décadas después y el que puso en el tapete parte de la discusión de lo que fue la Masacre de Pasco", indicó Lencina, y también agradeció el compromiso de los siguientes intendentes que continuaron incansablemente con la lucha por la memoria de los asesinados.

"Hablarles a las nuevas generaciones sobre lo que pasó hace 50 años es una responsabilidad y debemos llevarlo a cabo para mantener la verdad histórica", dijo Lencina, mientras que Sandoval acotó: "A medio siglo de ese hecho aún no sabemos los motivos por los que se tomaron esas trágicas decisiones. Los compañeros se van de este plano, pero los hijos continuaremos luchando para conocer la verdad".

Hablarles a las nuevas generaciones sobre lo que pasó hace 50 años es una responsabilidad y debemos llevarlo a cabo para mantener la verdad histórica.

Hoy en día existe un monumento que recuerda a los ocho jóvenes asesinados, el cual se encuentra ubicado en la avenida Pasco, a metros de la intersección con Donato Álvarez.