Trabaja para que alumnos con discapacidad puedan egresar a la par de sus amigos
Pasión. Flavia Salinas encontró su vocación muy chica, por curiosidad, y acompaña a los chicos dentro y fuera de la escuela. "Es muy emocionante ver sus avances", dice.
Con amor, empatía y toda la pasión por su trabajo es que todos los días, la lomense Flavia Salinas encara su labor como docente de educación especial. Ella se involucra en cada historia para que esos alumnos sean incluidos en cada escuela en la que trabaja y logren egresar a la par de sus compañeros.
Según contó, su vocación llegó por su curiosidad hace unos 9 años. "Cuando iba a la secundaria tenía una compañera hipoacusica que tenía una maestra de inclusión que la acompañaba una vez a la semana y yo la llenaba de preguntas. Fue desde ahí que supe que quería trabajar con chicos con discapacidad", relató la docente de Lomas.
Salinas tenía clara la carrera a seguir, pero como no sabía desde que lugar quería ejercer primero estudió psicología en la UBA de Avellaneda, pero mientras transitaba ese período escuchó sobre la importancia de la músico terapia. "Enseguida pregunté sobre el programa y requisitos. Estudie guitarra para dar examen de ingreso ya que no era profe de música, pero ese tampoco sentí que era mi lugar hasta que supe del profesorado y me anoté", recordó.
Cuando se anotó en el profesorado de educación especial supo que realmente esa era su vocación. "Sentí que estaba en el lugar correcto. Mis primeras suplencias fueron en la Escuela de Educación Especial N°507 de Lomas en la cual continuo trabajando actualmente", expresó la docente de Lomas y añadió que también estuvo en la Escuela Especial N° 501 también de Lomas.
"Siempre ejerciendo mi rol de profe de inclusión en secundarias, pase por muchos establecimientos educativos y de todas aprendí muchísimo. Este año estuve en las Secundarias N°11, Bartolomé Mitre y en la N°67", destacó sobre su trabajo que lo hace con mucha responsabilidad y amor por sus alumnos.
Sobre su rol apuntó: "Trabajo de forma conjunta con los profes, teniendo en cuenta los estilos de aprendizajes de cada estudiante que está en el proyecto de inclusión. Siempre buscando que el o la estudiante pueda aprender desde sus fortalezas, potenciando no solo los aprendizajes a nivel pedagógico, sino también social, con su grupo de pares y con personas que lo rodean".
Pero Salinas lleva su trabajo más allá de las aulas porque también ayuda a sus alumnos a desenvolverse en todos los aspectos de la vida, según especificó. "Particularmente de la secundaria N°67 hay en ambos turnos, 11 estudiantes con proyectos de inclusión, de los cuales este año egresan dos chicas y realmente fue muy lindo acompañarlas en este proceso y verlas hoy concluir con tantas herramientas para salir a dar el siguiente paso es realmente muy satisfactorio", comentó Salinas.
Salinas lleva su trabajo más allá de las aulas porque también ayuda a sus alumnos a desenvolverse en todos los aspectos de la vida.
Como con cada historia con la que se compromete la profesora lomense, con las chicas que egresan este año ha realizado un gran trabajo, hubo algunos altibajos, por diferentes situaciones que les han sucedido, según contó.
"Siempre se busca la forma de trabajar. Por ejemplo, en pandemia fue muy difícil porque una de ellas es muy estructurada y que la rutina se pierda, le fue muy difícil, pero con los protocolos hasta fui a su casa, teníamos videollamadas y así se pudo seguir con las clases", manifestó Salinas sobre su forma de trabajo que encara siempre con mucho compromiso.
Otro dato muy importante que explicó la profesional es que en la educación especial se cambió el paradigma y la mirada, "ya no se basa tanto en el diagnóstico, sino en como el alumno aprende y se toman en cuenta sus gustos, porque el hecho de poner el foco en su patología los etiqueta, y lo importante es que lo y las vean como personas que pueden realizar todo absolutamente todo con otras herramientas y en otros tiempos".
Sobre su satisfacción personal contó: "Es muy, muy emocionante ver sus avances porque a muchos de ellos los vi crecer en todos sus aspectos, además de lo pedagógico, el poder relacionarse con chicos de su edad, con adultos, dar sus opiniones en los diferentes temas. Hasta tuve dos egresadas en esta misma escuela una en el 2021 y la otra en el 2022 que una de ellas fue mamá y se recibió con su hija".
La profesora se involucra tanto que hasta acompañó a esa alumna en su embarazo y hasta es la madrina de la beba. "Acompañar fue hermoso, explicar sobre situaciones que le iban a ir sucediendo y poder haber encontrado médicos en el Hospital Evita que entendieron su situación y la acompañaron con mucha amorosidad es inolvidable", dijo con mucha emoción.
Sobre su forma de involucrarse tanto en cada historia, la profe detalló: "Es difícil tener un hijo con discapacidad, pero también que ellos se den cuenta que la tienen hace que su autoestima sea baja, entonces todo el tiempo hay que estar para brindar esa palabra de aliento y ser positivos ante esos pequeños avances que logran y que es realmente un montón".
Poder ver a la persona con discapacidad desde otra perspectiva es por lo que trabaja cada día la profesora. "Siento que la elección que hice fue y sigue siendo la correcta, hay mucho por mejorar como sociedad y eso es una realidad, pero no dejo de creer que en algún momento la inclusión será al 100%. Lo que más me gusta de mi trabajo es brindar visibilidad a mis estudiantes, que la empatía no sea solo una palabra de moda, sino una acción real", concluyó.