Villa Galicia: tiene su farmacia en lo que fue una pulpería de principios del siglo XX

una joyita en temperley. Como si no hubiese pasado el tiempo, la lomense Karina Perrotta mantiene los pisos, puertas, ventanas y techos originales: es una belleza arquitectónica.

Est ubicada en Iriarte y José Mrmol

Crédito: Eduardo Alfaro.

Está ubicada en Iriarte y José Mármol.

Karina Perrotta es una vecina lomense que se considera una amante de los edificios antiguos y pudo cumplir su sueño: abrir la Farmacia Perrotta en Villa Galicia (Iriarte y José Mármol), que está situada en una construcción que data de 1928. La farmacéutica contó cómo y qué encontró en el lugar donde actualmente trabaja, un espacio que decidió conservar en la mayoría de sus aspectos: tiene el techo y las baldosas originales, mientras que la puerta, las ventanas y las persianas son las mismas de aquella época.

Karina se recibió de farmacéutica en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y fueron sus padres los que hicieron el esfuerzo de adquirir un local para que ella pueda desarrollarse en su profesión.

"Cuando decidimos poner la farmacia hace 17 años e ingresamos al lugar, todo lo que estaba era de las primeras décadas del siglo XX. Había elementos relacionados a un almacén de campo", explicó Karina Perrotta sobre su primera impresión al conocer el antiguo espacio, donde encontró botellas, sifones y bidones de vidrio, elementos que apoyaban la teoría de la antigua pulpería.

"Desde un principio, la idea siempre fue mantener el edificio porque es hermoso. No hice grandes cambios, todo lo que pude dejar como está, quedó en su lugar. La ventana y la persiana son originales, como también la puerta doble", detalló Perrotta.

Algunas de las reliquias del lugar son el techo, que fue limpiado para su mejor conservación, y el piso, que es el mismo de siempre y en el que todavía se pueden observar "marcas que no pudieron salir y que están allí desde hace años".

Quien nació en Temperley explicó que, cuando empezó a trabajar, muchos vecinos se acercaron a felicitarla y a contarle distintas historias del edificio: desde los recuerdos de venir a comprar alimentos sueltos hasta todavía visualizar a la calle Iriarte sin el asfalto. Inmediatamente agregó que estas anécdotas las escucha con gran atención porque son "muy emocionantes".

"Siempre me gustaron estos tipos de construcciones antiguas. Las primeras veces que venía era todo emoción, hasta tengo guardado un destapador que me encontré en el lugar y plantas de la época que había en un patio y que ahora es el laboratorio", admitió Karina.

FINES SOCIALES

Frente a la situación económica difícil del último tiempo, Karina incorporó en su negocio un sector de preparaciones magistrales que se realizan cuando llega una prescripción médica, y de esta manera al paciente le sale más económico su tratamiento. Además, se aplican allí distintas vacunas.

"El buen trato y la sonrisa es lo que caracteriza la atención de mi farmacia, tratando siempre de solucionar la inquietud del vecino que se acerca", indicó Karina. Y añadió: "Yo anhelaba tener una farmacia de barrio, que los vecinos me consulten y poder asistirlos. Estoy feliz porque encima lo hice en un edifico muy bonito".

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