"Alivio" en la familia de Uriel Bejarano por la elevación a juicio de la causa
AVANZA EL CASO. El joven había sido asesinado cerca de las vías del tren, en Santa Catalina. El acusado se fugó, pero fue detenido días después y será juzgado próximamente.
Desde el entorno familiar de Uriel Bejarano, expresaron su "alivio" por la elevación a juicio de la investigación por el crimen del joven de 17 años asesinado a puñaladas cerca de las vías de la estación de trenes del barrio Santa Catalina, a fines de diciembre de 2022.
"Como familia, lo tomamos con paciencia, un poco más aliviados, por saber que el asesino de mi hermano esté preso", señaló Jésica Bejarano, hermana de la víctima, en diálogo con La Unión, al ser consultada sobre la novedad judicial.
Además, manifestó sus expectativas de que "el asesino pague por lo que hizo, y se lo condene con una pena justa", durante el proceso en el que será juzgado, y que todavía no tiene fecha de debate confirmada.
El acusado es un hombre identificado como Fabricio Luque, quien enfrentará a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de Lomas de Zamora, que fue sorteado recientemente.
Pese a que es el único imputado que tiene la causa, la familia del menor asesinado sostiene que contó con una cómplice, quien quedó desligada del caso por "falta de pruebas".
"Todos los testigos de ese momento sostuvieron que ella (la pareja del detenido) era su cómplice. Es más, yo creo que a partir de que se escapó con una persona buscada por asesinar, eso ya te convierte en cómplice", sostuvo Jésica.
"Al principio, a la investigación no se la tomó en serio, porque no se le dio tanta importancia, y fue un caso más, por eso esta chica está libre", lamentó.
El crimen de Uriel Bejarano
Uriel fue asesinato el 28 de diciembre del 2022, luego de que saliera de su casa, ubicada en Arana Goiri y Neuquén, en Villa Albertina.
Minutos antes, había arreglado encontrarse con una joven para que le venda algunas dosis, debido a que tenía problemas de adicción a las drogas. No obstante, este encuentro se habría tratado de una trampa.
La mujer llegó al lugar con su novio, que atacó a Uriel con un elemento cortante. A pesar de que el adolescente trató de defenderse, sufrió graves heridas que le provocaron la muerte.
Sin embargo, antes de morir, le contó a una vecina cercana a la estación de Santa Catalina quién lo había apuñalado, mientras que el asesino escapó y estuvo prófugo hasta que lo detuvieron días posteriores en la villa 1-11-14, en el barrio porteño Padre Ricciardeli.
