"El clon de Tyrone", cruce entre misterio y ciencia ficción

"El clon de Tyrone", debut cinematográfico del realizador Juel Taylor que con los protagónicos de John Boyega, Teyonah Parris y Jamie Foxx cuenta, desde una curiosa mezcla de misterio y ciencia ficción, la historia de un trío de personajes de un barrio marginal decididos a develar una malvada conspiración gubernamental, está disponible en Netflix.

Con una estética atractiva y vintage, que además colabora con una sensación constante de desanclaje de época y temporal, la película juega también con los clichés del género del blaxploitation de los '70, cuando el cine estadounidense vio potencial en la construcción de historias con papeles afroamericanos bien estereotipados e involucrados en el mundo criminal o en escenarios clandestinos.

Todo aquello la convierte en una propuesta visualmente original y bien diferente dentro de la oferta de películas que abundan en los estrenos del streaming, algo que se repite en lo narrativo, con una premisa que, si bien descoloca en un inicio por su extrañeza, poco a poco comienza a aclararse en un mar de dudas y sospechas sobre lo que en verdad está sucediendo.

En "El clon de Tyrone", John Boyega es Fontaine, un dealer y estafador del barrio/gueto ficticio de Glen que, tras intentar cobrar un dinero por parte del estrafalario proxeneta Slick Charles (Foxx), es asesinado de forma inesperada a balazos en su auto en manos de un narco competidor.

Tanto Slick como Yo-Yo, una prostituta con planes de dejar atrás esa vida para dedicarse al negocio de las criptomonedas, son testigos del hecho, pero la sorpresa es absoluta cuando al día siguiente, Fontaine vuelve con la misma intención de que le paguen su parte.

Pronto se vuelve evidente que algo o alguien está manipulando la "realidad", y en una serie de secuencias que van y vienen y se repiten, el trío empieza lentamente a despuntar el enigma y a echar luz sobre un secreto y poderoso entramado que funciona bajo sus pies y no con las mejores intenciones.