Caso Anahí Benítez: "No puede condenarse por sospechas, la duda implica absolución"

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº7 de Lomas de Zamora dio a conocer los fundamentos de la sentencia por el femicidio de Anahí Benítez. Los jueces confirmaron la absolución de Marcos Bazán por el beneficio de la duda y dieron por acreditada la participación de Marcelo Villalba en el secuestro, la violación y el asesinato de la adolescente, ocurrido en 2017.

Dos semanas después del histórico fallo que dejó libre a Bazán, se conoció el motivo de la decisión que tomaron los jueces Daniel Mazzini, Santiago Márquez y Gustavo Ramilo. En un fallo de 456 páginas al que tuvo acceso Télam, aseguraron no tener la "certeza" de que el imputado hubiera estado involucrado en el crimen. Si bien reconocieron la existencia de "indicios", entendieron que no hubo pruebas concretas ni suficientes que acreditaran su culpabilidad.

"Las circunstancias previamente valoradas no me permiten arribar a la conclusión que Bazán hubiera participado del evento bajo estudio con la certeza apodíctica que requiere esta instancia. Asimismo, tampoco obra certidumbre negativa, a contrario de lo sostenido por la acusación pública, pues se ha acreditado la existencia de indicios, los que, sin perjuicio de no resultar suficientes, acarrean un manto de duda en cuanto a la participación del mismo", sostuvo el juez Márquez.

"La duda (la probabilidad) impide una condena y obliga a un fallo desincriminatorio. No puede condenarse por sospechas. La duda implica absolución y libertad", añadió el magistrado, y explicó que "cuando no hay certeza, sino tan sólo probabilidad no puede tomársela por base de una condena, porque siempre queda lugar a la duda y la conciencia no puede quedar satisfecha de tal modo que parezca haberse desvanecido la posibilidad de lo contrario".

Asimismo, Márquez opinó sobre el operativo realizado por Diego Tula con su perro Bruno en la Reserva Santa Catalina, el cual había sido determinante para inculpar a Bazán en el juicio original pero luego fue duramente criticado por expertos en este segundo juicio. "No queda duda alguna que la labor efectuada carece de carácter científico", consideró el juez, y calificó el procedimiento como "controvertido".

Por otro lado, los jueces remarcaron la culpabilidad de Villalba en el secuestro, el abuso sexual y el asesinato de Anahí, y el posterior robo de su celular: "Los indicios desandados, sindican al reo Villalba, de una manera absolutamente contundente, no solo con el atraco del aparato de telefonía celular de Anahí Benítez, sino también con su padecido cautiverio, su narcotización, la violación soportada y la consecuente acción matadora".

El juez Ramilo entendió que Villalba "tenía pleno conocimiento de la privación ilegal de la libertad de aquella, la que excedió el tiempo necesario para el desapoderamiento, como para el acceso carnal, lo que conlleva a sostener cuanto menos su coautoría". Este punto de vista desacreditó el pedido de Roberto Fernández, abogado del imputado, quien había reconocido el robo y el abuso pero negaba que Villalba hubiera secuestrado y matado a Anahí.

"La sustracción del celular y el abuso han ocurrido en momentos diversos, conforme la data de antigüedad del semen hallado, y la fecha de suministro del teléfono a su hijo", precisó Ramilo, y reiteró que "no media duda alguna acerca de la autoría penalmente responsable de Villalba" en los hechos que le imputan.

Finalmente, los jueces no pasaron inadvertida la segunda línea de investigación que surgió en este debate, la cual apunta a un presunto grupo delictivo que habría estado involucrado en el crimen. "Varias personas han hecho mención a la vinculación entre Marcelo Villalba con el 'Gordo Mani', 'El Chacal' y 'Rober', entre tantos, y la probable participación de todos aquellos en el presente acontecer disvalioso", indicaron. Esta hipótesis está siendo investigada por la Unidad Funcional de Instrucción Nº9 de Lomas.