Alfredo Beranger tendrá una plaza con su nombre en Temperley Oeste
Homenaje. A pocos días de cumplirse el centenario de su desaparición física, este miércoles el Concejo Deliberante tratará la ordenanza para bautizar el espacio público.
A muy pocos días que se cumplan los 100 años de la muerte de Alfredo Beranger ocurrida el 29 de marzo de 1923, el Concejo Deliberante de Lomas tratará la ordenanza de designar con su nombre a la plaza ubicada entre las calles Profesor Mariño, San Pedro, Pichincha y Soler de la localidad de Temperley Oeste.
La audiencia se llevará a cabo este miércoles a las 13 con el propósito de rendir un merecido reconocimiento a quien fuera el principal dirigente y cuya participación fue fundamental para la consolidación del Club Atlético Temperley, cuyo estadio lleva su nombre.
Esto se da en el marco del "Año del Centenario de Beranger" que declaró la Comisión Directiva del Club Atlético Temperley. Por toda su historia en la localidad lomense, "por las acciones y actividades de la familia Beranger en la ciudad de Temperley, por sus aportes a nivel profesional, empresarial, en salud, social y especialmente con el querido Club Atlético Temperley, este Honorable Cuerpo desea homenajear al señor Alfredo Martin Beranger pos mortem designando con su nombre a una plaza de Temperley Oeste", reza la ordenanza que se tratará mañana.
Alfredo Martín Beranger fue hijo de inmigrantes vasco-franceses asentados primeramente en Uruguay y llegados luego a la ciudad de La Plata, donde nació el 29 de noviembre de 1891 y fue el mayor de nueve hermanos.
Beranger se había incorporado al entonces Club Centenario en 1917, y rápidamente se convirtió en dirigente, siendo nombrado presidente en 1919, cargo que ocuparía hasta su muerte.
La ordenanza del Concejo Deliberante también tiene en cuenta que durante su presidencia promovió el cambio de nombre de la Institución, al actual de Club Atlético Temperley y que le dio un gran impulso al club, ya que durante su mandato fue inscripto a la Asociación Argentina de Foot-Ball y comenzó a competir en los campeonatos oficiales de esa liga, logrando en su corta vida dos ascensos que le permitieron a Temperley jugar en la Primera División de la época en 1923.
Beranger se había incorporado al entonces Club Centenario en 1917, y rápidamente se convirtió en dirigente, siendo nombrado presidente en 1919, cargo que ocuparía hasta su muerte.
En 1922, prestó su aval moral y material de carácter personal para que el Club pudiese adquirir los terrenos del Ferrocarril Sud donde se construiría el actual Estadio y Sede Social que lleva su nombre.
El precursor del Club Temperley fue asesinado absurdamente el 29 de marzo de 1923, en la puerta de su casa, delante de su esposa embarazada, por causas vinculadas a la compra de dicho predio, que el diario "Ultima Hora" calificó como "una venganza cruel, meditada y premeditada, como consecuencia de un desalojo".
Beranger, desde que se mudó junto a su familia a Temperley, vivió siempre sobre la Avenida Meeks, primero en la casa conocida como la oficina del Correo y luego en una casa vecina donde su mamá Natividad murió.