Otro año, otro desfile de Reyes en Lomas

De Puño y Letra. Es, sin dudas, una tradición de la ciudad. Cualquiera que haya crecido en nuestras calles tiene que recordar, al menos, haberlo visto. 

Otro año otro desfile de Reyes en Lomas Por Sergio Lapegüe

Otro año, otro desfile de Reyes en Lomas. Por Sergio Lapegüe.

No existe una fiesta más antigua y tradicional en Lomas de Zamora que la que, otra vez, se celebró el pasado jueves en las calles de nuestra ciudad: la del gran desfile de Reyes Magos. Como cada vez que empieza el año, Melchor, Gaspar y Baltasar alegraron a miles de chicos en una verdadera fiesta popular que atrae a vecinos de otras localidades y se repite desde hace… ¡92 años!  

Organizado como siempre por el Círculo Católico de Obreros (también suelen colaborar autoridades municipales, la Cámara de Comercio, Bomberos y Defensa Civil), comenzó en Laprida y Meeks y finalizó en la sede la entidad, en Hipólito Yrigoyen al 8400, casi Sáenz, donde montaron el escenario. Antes, por supuesto, los tres reyes recorrieron las calles céntricas, repartieron caramelos, recibieron cientos de cartas de los vecinos más chiquitos y recaudaron alimentos no perecederos que serán enviados a hogares y parroquias del distrito. Todo se completó con un show en inmediaciones de la Plaza Grigera. A la medianoche los tres magos de Oriente se tuvieron que ir. Los camellos tenían hambre y sed y, claro, los juguetes no se entregan solos. 

Ahora bien, ¿cómo nació la fiesta? Fueron justamente las autoridades del Círculo quienes en diciembre de 1928 organizaron la entrega de juguetes para chicos carenciados en el día de Reyes. La idea, traída de España Juan Jordán, se concretó el 6 de enero de 1929, y así se dio el primer paso para llevar a cabo un proyecto que con el paso de los años fue creciendo cada vez más. Un año después, en 1930, el Círculo resolvió organizar el reparto de juguetes y un gran desfile con actores en la noche del 5 de enero. Varias empresas cedieron sus carrozas para el paseo por las calles Laprida y Rodríguez mientras los juguetes eran distribuidos en camiones. El éxito de aquella juntada superó todas las expectativas de los organizadores y por eso se decidió repetir el festejo año tras año, ininterrumpidamente hasta hoy.  

El desfile de Reyes de Lomas es, sin dudas, una tradición de la ciudad. Cualquiera que haya crecido en nuestras calles tiene que recordar, al menos, haberlo visto. Yo lo también: pienso con mucha nostalgia y cariño aquellos días cuando mis padres me llevaban de pibe a ver a Melchor, Gaspar y Baltasar en la plaza de Lomas, antes de volver a casa y dejarles el agua y el pasto a los camellos. Cada inolvidable noche de Reyes sentía una mezcla de emoción, ansiedad, asombro y alegría por ver a los hombres que venían a alegrarnos desde Oriente. Son recuerdos tan lindos los que me evoca la celebración que con el tiempo decidí repetir el ritual con mis hijos Micaela y Elvis, ahora disfrutando también el rol de padre. Si nunca fuiste, te lo recomiendo: eso sí, vas a tener que esperar hasta el 2024.