A Los Andes le sonó tarde el despertador y otra vez lo pagó caro
Segunda caída en fila. Como sucedió una semana atrás, el Milrayitas salió desde el vestuario con un gol en contra y perdió por 1-0 con Almirante Brown de visitante.
Los Andes volvió a entrar dormido y lo pagó caro como hace una semana atrás ante Fénix, con una nueva derrota y sin la posibilidad de acortar diferencias con el líder Tristán Suárez, que ayer cayó de local con San Telmo.
En Isidro Casanova, el Milrayitas dejó pasar una buena oportunidad al caer por 1-0 ante Almirante Brown, en un encuentro que estuvo marcado por el gol de Barrionuevo al minuto de juego y por la expulsión de Pereira, a los 11, que alteró los planes de la visita.
En primera medida, el gol tempranero del defensor central -que empujó en libertad a la red tras que Dattola le ganara la posición a Contreras tras un tiro libre- alteró el trámite y facilitó los planes del local, que fue cauteloso en su ambición y cuidó el resultado, a pesar de que el Milrayitas, por la expulsión (por doble amarilla) de Pereira, jugó 80 minutos con uno menos y quedó expuesto en todo sentido.
https://youtu.be/N2oNhv9dEdg
A pesar de eso, con el correr de los minutos y pese a tener 10 futbolistas, el Milrayitas empezó a controlar el balón y en cierto pasajes del partido monopolizó la tenencia, aunque sin la claridad necesaria para transformarla en situaciones de gol. Es por eso que la única clara de la visita fue un remate alto de Noriega tras una pelota detenida.
La Fragata, por su parte, dependió mucho de lo que hicieran Guzmán y García, los mejores de local, y por eso sus ataques fueron esporádicos. Sin embargo, cuando logró atacar por las bandas, complicó bastante a Monllor, que mantuvo con vida a su equipo hasta el final a fuerza de atajadas y se erigió como una de las figuras.
Justamente, en el complemento, el arquero de Los Andes intervino en dos jugadas clave: un cabezazo a quemarropa de Acosta y un frentazo de Ibáñez dentro del área chica. Y gracias a eso, mantuvo la ilusión hasta el final.
En la otra área, sin embargo, se topó con la seguridad del arquero Martínez, que se lució ante un cabezazo en libertad de Contreras y un mano a mano a Galeano, y por eso no pudo revertir la historia.
Los Andes, que mereció más, pagó caro su error y masticó bronca en el final.
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