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Bajó 30 kilos y transmite su pasión por las clases de Zumba

UN EJEMPLO DE SUPERACIÓN.

Andrea es instructora y da clases desde 2017. La cuarentena frenó la actividad presencial y su trabajo, pero dicta encuentros virtuales de forma gratuita para contagiar buena onda y alegría para sobrellevar el aislamiento.

Andrea Villafañe es un ejemplo de superación personal. Encontró en las clases de Zumba un aliado para mejorar su calidad de vida, se convirtió en instructora profesional y bajó 30 kilos. La disciplina era su sostén económico, pero la pandemia impidió que pueda seguir con la actividad presencial, pero continúa con algunas clases virtuales gratuitas para transmitir la pasión y la alegría en un momento delicado por la cuarentena.

Hace cuatro años, Andrea buscaba una actividad para poder bajar de peso y mejorar su calidad de vida. Así es como descubrió zumba y comenzó a tomar clases. “Pesaba más de 90 kilos y necesitaba hacer algo de forma urgente. El gimnasio no me interesaba, hasta que encontré estas clases y empecé de a poco, fue todo un proceso”, explicó, para luego indicar que rápidamente comenzó a notar cambios favorables en su cuerpo y en su ánimo.

En julio de 2017 se convirtió en instructora oficial y, al dar clases todos los días, bajó el triple de peso: hoy está en 62 kilos y se siente con nuevas energías y muy positiva. “Ya lo tomé como un estilo de vida y trato de brindar un mensaje positivo a mis alumnas”, dijo la lomense de 39 años.

“La pandemia afectó mucho mi trabajo porque ahora hago solo una clase virtual por semana”, indicó Andrea. Su grupo de 50 alumnas se mantienen en contacto por Facebook, donde comparten videos, y también por la plataforma Zoom. “Estamos esperando que esto pase para volver a arrancar, muchas están depresivas y es un problema”, acotó.

Sus clases se destacan por ser intensivas: además del baile característico de zumba, le agregó ejercicios: “No se dieron cuenta e hicieron abdominales, sentadillas y estocadas. No las hago tirar al piso porque vienen chicas de 17 años hasta doña Amanda, con casi 70”.

Villafañe, en estos tres años, tuvo que atravesar duros golpes en su vida, como la muerte de su madre y su separación con su pareja. Pero esto no le impidió seguir adelante y afrontar cada día con buenas energías, las que contagia constantemente a sus alumnas, sus familiares y sus amigos.

“Quiero transmitirles a los vecinos buena onda y la seguridad de que se pueden superar todos los problemas. Zumba es locura, alegría, fiesta y diversión, con el objetivo de desenchufarse de la pandemia”, concluyó Andrea.

Los interesados en tomar clases de la mano de Andrea pueden contactarla por Facebook (Andy Villafañe) o por celular al 1134371033. También por Instagram<

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