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La historia de un médico de Banfield que tuvo Coronavirus y colaboró con la recuperación de otras personas

el primer donante de plasma de la Provincia.

Fernando Julián Fernández habló sobre las sensaciones que vivió desde que le diagnosticaron la enfermedad hasta recibir el alta.

Fernando Julián Fernández, un médico de Banfield que tuvo Coronavirus y fue el primer donante de plasma de la provincia de Buenos Aires, habló con La Unión sobre las sensaciones que vivió desde que le diagnosticaron la enfermedad hasta recibir el alta.

La OMS declaró la pandemia mientras el médico disfrutaba de un viaje por el Reino Unido. En medio de la desesperación por la falta de información, hizo mucho esfuerzo para encontrar un vuelo que le permitió regresar al país en marzo antes del cierre de las fronteras. "Cuando volví empecé a tener fiebre así que fui al Sanatorio Finochietto, uno de los lugares donde trabajo. Primero me hicieron la radiografía de tórax y luego una tomografía que confirmó la enfermedad", contó Fernando, y agregó: "Aunque no tenía falta de aire y soy una persona sin comorbilidades, me dio neumonía por Covid así que tuve mucho miedo al principio por el compromiso respiratorio".

En el sanatorio de Capital pasó diez días internado bajo tratamiento con hidroxicloroquina y azitromicina. "Tuve vómitos y náuseas causadas por la medicación pero ninguna complicación. Lo más difícil de estar enfermo fue no poder ver a mi familia así que hice varias videollamadas y recibí muchos mensajes", relató Fernando y destacó "el acompañamiento constante de los enfermeros y médicos".

Luego de recibir el alta volvió a su casa de Banfield, donde cumplió los 15 días de cuarentena obligatoria. "Mi hermano me compró comida para las dos semanas y los vecinos sacaban la basura. Desde la Secretaría de Salud de Lomas hicieron el seguimiento domiciliario y llamaban para ver cómo estaba", expresó el joven de 31 años que vive solo en un departamento ubicado cerca de la estación.

Además del primer caso de Coronavirus detectado en el Sanatorio Finochietto, Fernando fue la primera persona recuperada de Buenos Aires que donó plasma para el tratamiento de pacientes infectados.

"Al enterarme de la iniciativa ni lo dude y fui al Centro de Hemoterapia de La Plata, donde estuve 40 minutos. Los anticuerpos del plasma neutralizan al virus y, como todavía no hay una vacuna, es un tratamiento que tiene efectos positivos", explicó y remarcó: "La enfermedad fue una desgracia que se convirtió en satisfacción al saber que mi donación sirvió para que dos personas se recuperaran, por eso hay que usar las armas que tenemos hasta el momento y concientizar a los pacientes recuperados a que colaboren".

Ya hay ocho provincias trabajando con plasma y otras cinco que se preparan para implementar los protocolos. Las personas que dejaron atrás la enfermedad pueden donar en varias oportunidades.

Fernando también trabaja en el Hospital de Fiorito de Avellaneda y pronto se recibirá de especialista en Clínica Médica. "Estamos atendiendo muchos pacientes de distintas patologías y se vive un clima acelerado porque tenemos que estar atentos a si requieren oxígeno o un antibiótico. Aunque estoy más relajado porque tengo anticuerpos, siempre está el temor de que algún compañero se contagie", señaló el médico que a su vez es ayudante ad honorem dentro de la Unidad Hospitalaria de la UBA destinada a estudiantes que van a tomar cla

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