Racing no pudo superar a Mineiro en un encuentro bastante discreto

El conjunto de Avellaneda igualó sin goles con el elenco brasileño y ahora deberá buscar la clasificación a los cuartos de final en Brasil. Licha López tuvo una clara, pero el palo se lo negó.

Cuando presenciamos un partido rodeado de expectativas, desconfiamos. Son muchas las veces que los partidos terminan siendo un fiasco. Esta vez, lo que se presumía un partidazo no lo fue.

El eje de los primeros 45 minutos fue Oscar Romero, un jugador que siempre se las ingenia para estar destapado y para vivir creando, con la máxima simplicidad y la máxima agudeza.

Tal es así que, a los 2 minutos, ya había probado un “globo” desde 25 metros, que cayó en el techo del arco, y tiró un centro que cabeceó Sánchez y se fue cerca. Aued y Videla coparon el medio y le cortaron los circuitos a la visita. Pero sucedió que, frente a esa pujanza, Mineiro hizo funcionar algunas de sus individualidades (Robinho, Dátolo o la potencia de Pratto) y fueron controlando el juego.

El partido fue transitando el camino de la fricción y la abulia, que salvo algún centro, no se generaron jugadas de gol. En el segundo, el partido se hizo un poco más abierto, porque uno de los aspectos más atractivos de Racing es la forma en que ataca, cambiando el frente de maniobra, cruzando la pelota o generando que sus jugadores se entreguen el balón como testimonio en una carrera de postas.

La actitud y el aliento de su gente lo hizo ir: Grimi le pegó mordido y el arquero la tiró al córner, pero Pratto, de contragolpe, casi desnivela a los 14 minutos, tras asistencia de Robinho. Sobre los 20 minutos, “Licha” López sacudió el parante izquierdo con un derechazo letal, pero no entró. Otra del Mineiro, Robinho aprovechó una indecisión de Sánchez y Saja la tiró afuera.

A tres del final, Vittor, de cabeza, la tiró por arriba. Ahí, el empate quedó sellado. Los equipos que apuntan estar bien arriba tienen un atributo especial: pueden definir partidos muy comprometidos, así son los equipos ganadores. Eso deberá demostrar Racing en Belo Horizo