Los Beatles pudieron ser Gollum, Frodo, Sam y Gandalf
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En 1969 le ofrecieron a Tolkien llevar al cine “el señor de los anillos”, con los Cuatro de Liverpool como protagonistas, pero el escritor se opuso.
La trilogía de “El señor de los anillos” fue vanagloriada por la crítica especializada de todo el mundo, tanto como correctísima adaptación de la obra de literaria Tolkien, como por su furor en las taquillas. De todos modos, la historia pudo haber sido otra. En 1969, un estudio le ofreció la propuesta a Tolkien de realizar una adaptación de “El Señor de los Anillos”, con los mismísimo Beatles como protagonistas de las escenas. Además, esta película iba a estar dirigida bajo la lente de Stanley Kubrick, nada más y nada menos.
Esta tema que había sido una especie de mito urbano nunca del todo confirmado, pasó a ser ratificado por Paul McCartney, cuando le comentó a Peter Jackson, director y guionista de la trilogía que sí se concretó, que el proyecto era cierto y no sólo una de las tantas leyendas que giraron alrededor de la banda de Liverpool.
Luego de haber incursionado en la pantalla grande exitosamente con “A hard day night” y “Help!”, en su regreso a la pantalla grande Los Beatles pasarían a ser Gollum (John Lennon), Frodo (Paul McCartney), Sam (Ringo Star) y Gandalf (George Harrison).
Este ambicioso proyecto rodó por las escaleras por la rotunda negativa de JRR Tolkien, a quien no gustaba ni un poco la idea de mezclar el universo que había creado en sus libros con los músicos melenudos que pusieron para arriba la cultura del Siglo XX, los que seguramente hubieran eclipsado su figura.
PAUL, AGRADECIDO. El propio McCartney agradeció que la idea no hubiese prosperado frente Peter Jackson. “Mejor, porque si la hubiéramos hecho, quizá no podríamos haber visto la tuya”, le dijo el zurdo bajista, con algo ironía.
Sobran las ucronías en el mundo del cine (que hubiera pasado si...) y hay un sinnúmero de actores que rechazaron papeles y ese lugar fue tomado por otro que brilló por esa interpretación, al igual que otros proyectos eternamente cajoneados.
El texto original de Tolkien ya hubiera impedido que este proyecto naufrague y Stanley Kubrick ya era un director consagrado por entonces, teniendo ya en su filmografía al clásico “2001: Odisea del espacio”.
Por su parte, los Fab Four eran una atracción en sí misma y quizás hubieran podido mostrar algo más de su histrionismo al interpretar estos personajes, porque en las dos películas anteriores habían hecho de sí mismos.
De todos modos son meras conjeturas y nunca sabremos como hubiera sido el resultado final. No obstante, nos quedan los numerosos documentales y films en torno a la prolífica vida de cada bea