La experiencia de mirar

Entre todas las cosas por las cuales estoy dispuesto a perder la cantidad de tiempo que sea necesaria, una de las más importantes -al menos en mi escala de valores- es la visita a un museo.

Por J. Ignacio Mero

Tuve la fortuna de recorrer muchísimas salas importantes y no tanto alrededor del planeta y puedo decir que en pocos lugares me siento tan dispuesto a interpretar como allí.

Por estos días, volví al Museo Nacional de Bellas Artes, para reencontrarme con la obra del catalán Joan Miró. En Miró, la experiencia de mirar, se puede conectar con parte de la vasta obra del genial y transgresor artista. El foco está puesto en las últimas dos décadas de vida del artista, cuando ya era un consagrado y quedaban bien expuestas todas las influencias que recorrieron su camino artístico.

Así, aparecen representaciones de pájaros, estrellas, mujeres y el cosmos, quizá los cuatro pilares de su obra. Además de las pinturas, se puede conocer una faceta no tan popular como la del Miró escultor. Es notorio cómo sus trabajos esculturales van por el margen de lo convencional, dado que él tenía formación pictórica y no escultural.

Por otra parte, es interesante entender que el artista dedicó su vida entera a reducir a la mínima expresión sus pinturas, aunque cargadas de un profundo sentimiento y contenido pictórico.

Un dato no menor es que muchas de las obras de Miró fueron producto de alucinaciones, dado que -por cuestiones meramente ligadas a lo artístico e inspirador pasaba varios días sin ingerir bocado y sin conciliar el sueño, lo que lo ponía en un estado de alerta y desvarío en el cual encontraba cierto placer creativo. Miró murió en 1983 y, sin embargo, sus trabajos se acercan más a un avant-garde rupturista que a un clásico.

Único en su especie, sus obras han influido notablemente no sólo a la pintura, sino a la lingüística, dado que muchísimos de sus trabajos expresaban contenidos partiendo del concepto de signo.

Así, es notable a simple vista cómo muchos objetos-símbolo representan lo mismo en diferentes pinturas del catalán. Pero más allá de todo, es necesario acercarse puertas adentro del MNBA y darse un espacio para la introspección en contacto con algunos grandes trabajos de un artista eno