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Argentina cerró la gira con una derrota que dejó muchas dudas

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La Selección pasó de un primer tiempo que invitaba a florearse a un complemento en el que se vio desbordada y con marcados errores del mediocampo hacia atrás. Goles de Banega y Agüero.

La Selección Argentina mostró las dos caras de la moneda en el cierre de la gira por Rusia, al caer por 4-2 con Nigeria en Krasdonar. Sin su máxima figura, Lionel Messi, y con algunos cambios respecto del triunfo ante Rusia, las sensaciones son que quedaron más cosas en el debe que en el haber respecto de los jugadores que no aprovecharon su chance de cara al Mundial. El equipo de Jorge Sampaoli dejó en evidencia que, cuando presiona y juega la pelota, mete miedo, pero que cuando lo atacan, es de temer. Y así quedó demostrado en el segundo tiempo, cuando Nigeria apostó por dos extremos ofensivos (Ebuehi e Idowu), que hicieron estragos en la línea defensiva. El esquema de tres en el fondo no está aceitado y seguir utilizándolo generaría más problemas. Si en el medio no hay un cinco de lucha y marca, los de atrás sufrirán mucho. Argentina encontró el primer gol por una torpeza de Akpeyi, que tomó la pelota con las manos fuera del área cuando Agüero lo fue a presionar. Encima, le regaló el palo de la barrera en el tiro libre Banega. Con el dominio argentino, una salida prolija desde el fondo terminó en pase de Dybala a Pavón y centro para el gol de Agüero, que no salió al complemento por un cuadro de lipotimia (le hicieron estudios por precaución y está bien). Pero, antes del cierre, Iheanacho descontó de tiro libre. Los cambios que introdujo Rohr, más el gran complemento de Obi jugando a espaldas de Banega, cambiaron rotundamente el trámite del juego. Iwobi empató entrando al área con un remate esquinado e Idowu aprovechó los huecos por el medio (entraron a puro toque) para vencer por tercera vez la valla de Marchesín. Era el momento de mostrar carácter, pero Dybala y Lo Celso no lo tuvieron. Conclusión: los dos afuera, en medio de los numerosos cambios que aportaron más confusión. Antes de la media hora, Musa se fue por derecha, lo buscó a Iwobi, que le metió un caño a Mascherano y antes del cierre de Pérez y Otamendi le puso el moño a la goleada. La derrota no pasó por la ausencia de Messi (aunque es indispensable), sino porque la Argentina está verde en algunos aspectos. Entonces, bienvenida la derrota ahora. En el Mundial, será un viaje de vuelta.

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