“Zama”, el ansiado regreso de Lucrecia Martel al rodaje

A casi una década de su última película, la directora salteña estrena en las salas argentinas su nuevo film, ambientado en el Siglo XVIII, basado en una adaptación libre de la novela homónima de Antonio Di Benedetto.

A casi una década de su última película, Lucrecia Martel estrena hoy “Zama” en las salas argentinas, su última producción que se basa en una adaptación libre de la novela homónima de Antonio Di Benedetto, escrita en 1956, y que ya pasó por el Festival de Cine de Venecia y el Festival de Toronto. La película construye una idea del pasado -extraño y surreal- para recorrer la mente perturbada del funcionario colonial Diego de Zama, un héroe absurdo que vive esperando lo imposible: una carta del Rey de España que lo aleje del puesto de frontera en el que se encuentra estancado. Ambientada en el Siglo XVIII en el Gran Chaco, un territorio que hoy pertenece a Paraguay, Diego de Zama, un funcionario americano de la Corona española, vive en una situación delicada, ya que debe cuidarse de que nada empañe esa posibilidad laboral que tanto espera. Este uniformado se ve obligado a aceptar con sumisión cualquier tarea que le ordenen los gobernadores que se van sucediendo mientras él permanece. Algunos años transcurren y la carta nunca llega a sus manos. Al advertir que en la espera ha perdido todo, Zama decide sumarse a una partida de soldados y partir a tierras lejanas en busca de un peligroso bandido. Libre de sus esperanzas de traslado y ascenso, sabiéndose en peligro, descubre que lo único que desea es vivir. Quizás pueda conseguirlo en esta nueva empresa. “Zama” transporta al mundo de las colonias españolas en Sudamérica y sumerge al espectador en la experiencia vital del protagonista que, cansado de esperar un traslado, se ve arrastrado por la locura y desesperación en un entorno en el que la naturaleza es salvaje, inhóspita y abrumadora. Con un elenco internacional, la película está protagonizada por el mexicano Daniel Giménez Cacho, la española Lola Dueñas, el brasileño Matheus Nacthergaele y los argentinos Juan Minujín, Rafael Spregelburd, Daniel Veronese, Vando Villamil y Jorge Moschner, entre otros. El cuarto film de la salteña. Luego de rodar varios cortos, Lucrecia Martel debutó como directora de un largometraje con “La ciénaga”, en 2001 y que se rodó íntegramente en Salta, la ciudad natal de la realizadora. Esta promisoria ópera prima recorrió distintos festivales y cosechó numerosos premios, como un Cóndor de Plata para la directora. La trama de la película trata acerca de dos familias que poseen primas como parentesco: una de clase media y la otra de productores rurales bien posicionados económicamente, aunque en decadencia. Tres años después irrumpió con “La Niña Santa”, que fue invitada a participar en el Festival de Cannes. Aquí contó una historia que transcurre en una ciudad de la provincia de Buenos Aires, donde un grupo de adolescentes místicas se preocupa por su rol en el plan divino. Ya instalada como una joven realizadora, en 2008 llegó “La mujer sin cabeza” , que cuenta el derrotero de una mujer, que mientras conduce su automóvil en la ruta, atropella algo. Unos días después le dice a su esposo que mató a alguien en la ruta, pero al recorrerla sólo encuentran un perro muerto, y amigos allegados a la Policía le cuentan que no hay información de un accidente. “Zama” marca su regreso después de una larga ausencia de la directora salteña, que por primera vez se mete en una producción de época.