Tiene 94 años, toca el acordeón y aún enseña los secretos
VECINO ILUSTRE. Roberto "Cacho" Zanaboni se dedicó, por más de ocho décadas, a transmitir conocimientos de la música. Sigue dando clases y estudia para perfeccionarse.
Roberto Óscar Zanaboni es sinónimo de Lomas. Distinguido como Vecino Ilustre cuando tenía 90 años, hoy a sus 94 sigue con una vitalidad envidiable y hace lo que más le gusta: tocar el acordeón, el órgano y el piano. Incluso estudia y enseña a los más jóvenes los secretos de cada instrumento. "La música da alegría y, el que aprende, está en un mundo superior al que vivimos cotidianamente", dijo. Un ejemplo.
Roberto Zanaboni, más conocido en el barrio como "Cacho", nació en Lomas y actualmente vive en la misma casa que se crió durante su niñez, ubicada en Gorriti al 1100, donde a sus 94 años (el 5 de julio cumplirá los 95) continúa con su pasión intacta: con su acordeón en mano o sentado frente a un órgano o un piano, aún da clases y estudia para perfeccionarse. "La música es mi vida y la llevo en el alma", resumió, con gran sentimiento en cada palabra.
La música es mi vida y la llevo en el alma.
El primer contacto que tuvo "Cacho" con la música fue cuando tenía 9 años. "Una vecina que vivía en la esquina de mi casa me enseñó a tocar el piano", recordó, como si hubiese sido ayer. Gracias a esos aprendizajes, de a poco se volcó al acordeón, su instrumento favorito y su compañero inseparable. "Toco cualquier ritmo, lo que me pidan, pero soy un apasionado del tango", reveló.
Roberto Zanaboni nació en Lomas y actualmente vive en la misma casa que se crió durante su niñez, ubicada en Gorriti al 1100, donde a sus 94 años continúa con su pasión intacta: con su acordeón en mano o sentado frente a un órgano o un piano, da clases y estudia para perfeccionarse.
A los 15 años, con una gran capacidad de aprendizaje, se animó a enseñar y trasmitir sus conocimientos. Ocho décadas de docencia ininterrumpida que fueron más allá de explicar cómo tocar una nota o una canción. "A cada alumno que tuve le trasmití lo que es la vida. La música da alegría y, el que aprende, está en un mundo superior al que vivimos cotidianamente", explicó.
Con su talento, Zanaboni recorrió distintos escenarios de zona Sur con su banda "La Robert Jazz", como Lomas, Glew, Monte Grande y Ezeiza, además de trabajar en Capital, por más de 40 años, con músicos de la talla de Sebastián Piana y Antonio D'Agostino. "Tenía un colectivo modelo '66 donde íbamos todos los integrantes de la banda", rememoró.
Un abuelo debe velar por la educación de sus hijos y sus nietos. Estoy muy orgulloso de él. Cuando toca, me siento a escucharlo y me veo reflejado, me recuerda a mi juventud.
Cabe destacar que, en 2016, el Municipio lo galardonó como Vecino Ilustre de Lomas. Al ser consultado sobre la fórmula mágica para llegar intacto a su edad, "Cacho" no titubeó y respondió: "El secreto es tener ganas de vivir y soñar permanentemente".
Su nieto, Leandro Fernández, sigue sus pasos: con sólo 17 años ya es un talentoso acordeonista, quien en 2020 tuvo la posibilidad de participar en un evento icónico del país, como es el Festival de Baradero. "Un abuelo debe velar por la educación de sus hijos y sus nietos. Estoy muy orgulloso de él. Cuando toca, me siento a escucharlo y me veo reflejado, me recuerda a mi juventud", concluyó, emocionado.