Dan viandas a los vecinos y entregan mercadería a familias aisladas
EFECTO SEGUNDA OLA. En pandemia, Pequeños Gigantes de Santa Catalina alimenta tres veces por semana a aproximadamente 250 personas y cada vez notan más concurrencia.
Al Merendero Pequeños Gigantes de Santa Catalina nada los detiene, ni siquiera la segunda ola de la pandemia. Saben que la necesidad existe y que está a la vista, a la vuelta de la esquina, y continúan con el arduo trabajo de poder brindarle la merienda y la cena a cientos de vecinos. Cecilia Ayala es una de las referentes de la institución y contó que no solo ayudan a los chicos, sino que también lo hacen con personas adultas y mayores. Además, pidió de la solidaridad de vecinos para que puedan colaborar con donaciones, con el objetivo de que el merendero pueda seguir con su labor esencial.
Pandemia y necesidades, una combinación a la que el Merendero Pequeños Gigantes (Ramón Carillo 3003) le hace frente sin bajar los brazos. Su don de la solidaridad no tiene fin y extienden su ayuda a todos los que la necesitan. Los lunes y los viernes se encargan de dar la merienda, a partir de las 17, mientras que los miércoles realizan la cena, desde las 20. "Los vecinos hacen la fila para llevarse su vianda desde temprano y en media hora ya nos quedamos sin nada. Cada vez hay más gente", contó Cecilia Ayala, una de las integrantes de la institución, quien rápidamente admitió que por jornada se acercan entre 120 y 250 vecinos para poder llevarse algo de alimento a sus casas.
Los vecinos hacen la fila para llevarse su vianda desde temprano y en media hora ya nos quedamos sin nada. Cada vez hay más gente
Con el pasar de los días, en el merendero notan que cada vez más vecinos se acercan a buscar la merienda y la cena. "Ahora no son sólo los chicos, sino también personas adultas y mayores", explicó Cecilia. Para fortuna del merendero, reciben la ayuda desinteresada de un grupo de recolectores de residuos, quienes, al finalizar su jornada de trabajo en el barrio, se hacen cargo de hacer la cena los días miércoles.
"Sabemos que el Coronavirus está por todos lados y tomamos todos los recaudos, no podemos dejar de trabajar. También entregamos mercadería a las familias que están aisladas y no pueden venir a buscar un plato de comida", explicó la lomense, para dejar en claro que no solo se ocupan de los que asisten al merendero.
Pequeños Gigantes aporta su granito de arena en la lucha por terminar con el hambre en Argentina, es por eso que la institución apoya fuertemente el proyecto de ley "Pancitas llenas", una iniciativa que busca crear un fondo que se destine a todos los merenderos y comedores del país.
Debido a esto, Cecilia se tomó el atrevimiento de recurrir a la solidaridad de los vecinos y pidió la ayuda de aquellos que pueden colaborar con donaciones: "Leche, azúcar y harina es lo que más se usa, además de elementos de higiene para cuidarse de la pandemia. De todas maneras, todo es bienvenido".
Pequeños Gigantes aporta su granito de arena en la lucha por terminar con el hambre en Argentina, es por eso que la institución apoya fuertemente el proyecto de ley "Pancitas llenas", una iniciativa que busca crear un fondo que se destine a todos los merenderos y comedores del país, en partes iguales, monto que saldría de una Contribución Social Necesaria del 0,04% de la facturación anual que hagan las empresas que se adhieran a este programa. "Sería un gran gesto de las empresas y una ayuda enorme para todos nosotros, los que trabajamos desinteresadamente y con el corazón", opinó Cecilia.
Los lunes y los viernes se encargan de dar la merienda, a partir de las 17, mientras que los miércoles realizan la cena, desde las 20.
"La solidaridad la llevamos en la sangre y la satisfacción de ayudar la llevamos en el corazón. Los chicos están pendientes de nosotros y no les podemos fallar", cerró Cecilia, muy emocionada.
Los vecinos interesados en ayudar a Pequeños Gigantes pueden contactarse por Instagram o a los siguientes números de contacto: 1155884812 (Cecilia) / 1167344475 (Gabriela).