Tiene que mudarse y no admiten perros: busca hogar para Ema y Tom

SON MADRE E HIJO. La lomense Flavia Mao debe dejar la casa en donde vive y, con gran tristeza y dolor, pide que una nueva familia adopte a sus mascotas.

Flavia Mao es una vecina lomense que debe mudarse de su casa en febrero y tiene una enorme preocupación: necesita dar en adopción a sus perros Ema y Tom ya que no puede llevárselos con ella porque no se los admiten. Es por eso que está en búsqueda de una persona o una familia que se los pueda quedar y, sobre todo, que le brinde todo el amor y contención que necesitan. "Me han dado muchísimas satisfacciones y es una tristeza no poder conservarlos", dijo, con la idea de seguir viéndolos una vez que estén en su nuevo hogar.

La lomense vive hace dos años en Jacinto Benavente 496, donde se encuentra la casa de su infancia. Flavia, que hace una década se separó, se mudó con el objetivo de quedarse en un lugar fijo y tener un espacio propio. La vecina, madre de dos hijos, decidió agrandar la familia con la adopción de la perra Ema y luego con la llegada del cachorrito Tom. Ambas mascotas ayudaron muchísimo a Leo, el hijo menor de Flavia, con su tratamiento psiquiátrico.

Cuando los adopté, lo hice con la idea de que no iba a tener que mudarme de mi casa de la infancia. Ahora me encuentro con la enorme preocupación de dejar en otras manos a Ema y Tom, a quienes quiero muchísimo.

Pero por cuestiones familiares y de convivencia, Flavia debe mudarse en febrero y conseguir otro espacio para vivir. "Se me agotaron las posibilidades de lugares que permiten mascotas y lamentablemente tengo que recurrir a un departamento donde no las admiten", explicó Mao acerca de la dolorosa decisión que tuvo que tomar. Es por eso que comenzó con la búsqueda (también en redes sociales) de un vecino que quiera tenerlos y brindarles amor.

"Cuando los adopté, lo hice con la idea de que no iba a tener que mudarme de mi casa de la infancia. Ahora me encuentro con la enorme preocupación de dejar en otras manos a Ema y Tom, a quienes quiero muchísimo", dijo y luego agregó: "Ellos nos han dado muchas alegrías y satisfacciones a lo largo de los años y se volvieron demasiado importantes para toda la familia. Por eso es una gran tristeza y dolor no poder conservarlos".

Ema, de tres años, llegó a la vida de Flavia y sus hijos gracias al enorme corazón de la familia. Es que la perra se encontraba en la calle y decidieron darle el cariño que se merecía. Tom tiene dos años y es hijo de Ema, lo que explica la unión entre ambos.

Ema, de tres años, llegó a la vida de Flavia y sus hijos gracias al enorme corazón de la familia. Es que la perra se encontraba en la calle y decidieron darle el cariño que se merecía: "Mi casa era amplia y me pareció adecuado tenerla, sumado a que me recomendaron tener una mascota para el tratamiento terapéutico de Leo".

Lo único que pido es que tengan un hogar donde los quieran y les brinden todas las comodidades. Mi idea es, si se puede, seguir en contacto con ellos y visitarlos para ver cómo están. Se merecen lo mejor.

Tom tiene dos años y es hijo de Ema, lo que explica la unión entre ambos. "Se llevan demasiado bien entre ellos, están siempre juntos y por eso me gustaría que vivan en el mismo lugar", deseó Flavia.

"A Ema y Tom les gusta mucho jugar y correr, están acostumbrados a la compañía y se portan muy bien, contó Flavia, que, para finalizar añadió: "Lo único que pido es que tengan un hogar donde los quieran y les brinden todas las comodidades. Mi idea es, si se puede, seguir en contacto con ellos y visitarlos para ver cómo están. Se merecen lo mejor".

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