Le regaló una bufanda de Temperley al Papa; luego el Gasolero ascendió
creer o reventar. Miguel Cantero viajó a Italia en 2013, a meses de la asunción de Francisco, y logró cumplir un sueño. Las imagénes de aquel emotiva experiencia.
La partida física del Papa Francisco, el pasado lunes sacudió a todo el mundo, pero en Argentina, su tierra natal, el dolor fue aún mayor. Y desde Lomas, el vecino Miguel Cantero (76) decidió recordarlo con una increíble anécdota: la vez que arrojó una bufanda del Club Atlético Temperley, la cual fue tomada por el Sumo Pontífice en medio de una de sus habituales recorridas por la Plaza San Pedro de Roma.
En una charla con el Diario La Unión, Miguel se mostró aún muy afectado por el fallecimiento de Francisco, pero decidió homenajearlo al contar una historia muy particular. En octubre de 2013, a los pocos meses de la asunción de Jorge Bergoglio como Papa, el lomense viajó a Italia para visitar a su hijo Emiliano. Pero, además, fue con una misión que nació en Lomas: su objetivo era entregarle al Papa una bufanda del club de sus amores, Temperley, ya que el Sumo Pontífice solía recibir objetos ligados a distintos equipos de fútbol, dada su pasión por el deporte.
Pero, además, fue con una misión que nació en Lomas: su objetivo era entregarle al Papa una bufanda del club de sus amores, Temperley, ya que el Sumo Pontífice solía recibir objetos ligados a distintos equipos de fútbol, dada su pasión por el deporte.
"Estaba en mi casa y les dije a mis familiares que iba a ir a Italia a visitar a mi hijo Emiliano y, juntos, le íbamos a regalar una bufanda de Temperley al Papa Francisco. Por supuesto, muchos se rieron", recordó Miguel, que es fanático del "Gasolero" hace más de seis décadas.
Una vez en Italia, Miguel y Emiliano se reencontraron y visitaron el Vaticano. Junto a miles de católicos, esperaron al Papa Francisco en la tradicional Plaza San Pedro y tuvieron el honor de verlo pasar a bordo del Papamóvil.
"Cuando el vehículo se estaba acercando decidí gritarle y llamarlo por su nombre varia veces. Ahí es donde hago un bollo con la bufanda y se la arrojo. Estaba lejos, a unos veinte metros, pero Francisco la tomó del aire con su mano, se la dio a un colaborador y me saludó", detalló, sin saber cuál fue el paradero final de la bufanda.
Cuando el vehículo se estaba acercando decidí gritarle y llamarlo por su nombre varia veces. Ahí es donde hago un bollo con la bufanda y se la arrojo. Estaba lejos, a unos veinte metros, pero Francisco la tomó del aire con su mano, se la dio a un colaborador y me saludó.
"Inmediatamente, me largué a llorar porque soy una persona muy católica. Encima, los años siguientes fueron muy buenos para Temperley porque conseguimos ascensos: todo el mundo me decía que el Papa nos había ayudado", contó Miguel, con la misma emoción que hace 12 años.
Toda la secuencia que ocurrió aquel 2 de octubre de 2013 quedó registrada en un video que el propio Emiliano editó y subió a YouTube, quedando como un recuerdo más que importante para la familia Cantero.
Miguel admitió que la noticia del fallecimiento del Papa lo afectó profundamente e, inmediatamente, se acordó de aquella vivencia. "Muchos amigos me escribieron diciéndome que Francisco se llevó la bufanda al cielo. Fue un placer haberlo podido ver personalmente", concluyó.