Los represores Ricardo Fernández y Eduardo Samuel di Lío no zafaron y deberán declarar
POZO DE BANFIELD. La defensa de los acusados pidió que se los apartara del juicio por su estado de salud, pero el Tribunal no dio lugar. Este martes a las 10 serán indagados.
El Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata indagará el próximo martes a dos de los 18 represores que están siendo juzgados por los secuestros, torturas, abusos, asesinatos y ocultamiento de menores contra casi 500 víctimas alojadas en las Brigadas de Investigaciones de Banfield, Quilmes y Lanús durante la última dictadura cívico militar.
Se trata del ex jefe del Grupo de Actividades Especiales de Inteligencia, Ricardo Armando Fernández, y el excoronel Eduardo Samuel de Lío, quienes actuaban en distintos centros clandestinos de detención del denominado Circuito Camps. Los dos deberán declarar recién ahora, porque restaba definir su situación a partir de su estado de salud.
La defensa de ambos había solicitado que se los apartara del juicio por presunta incapacidad. Algo así intentó, semanas atrás, el ex policía bonaerense Miguel Angel Ferreyro, para quien éste es el primer debate que transita como acusado. Luego de negarse a declarar, su defensor solicitó que se lo "libere" de tener que presenciar la audiencia.
La querella a cargo de la abogada de la Liga Argentina por los Derechos Humanos Guadalupe Godoy se negó: "Dijo que estaba perdido, pero cuando se leyeron las víctimas por las que se lo acusa se lo escuchó decir que 'esa no es mi lista', así que muy perdido no está. Se tiene que quedar", exigió.
Fernández la semana pasada recibió un duro cachetazo durante el juicio en el que se lo juzga por al menos 47 crímenes cometidos en la Brigada de Investigaciones de San Justo y en la comisaría 1° de La Matanza.
En agosto pasado el represor había sido declarado "incapaz" para afrontar un nuevo juicio de lesa humanidad en su contra por su presunta senilidad. Pero el miércoles pasadp los jueces Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y Pablo Vega del TOF N°1 consideraron que el represor estaba con todas las luces para participar de ese proceso.
Para tomar esa decisión se apoyaron un informe de los peritos del Cuerpo Médico: "Fernández simula y sobresimula con el objeto de mostrar un deterioro que no tiene para obtener un beneficio. Conoce su situación procesal, no es un incapacitado mental, y su estado de salud le permite la comprensión y comunicación plenas en su estar en juicio".
Fernández y de Lío declararán a partir de las 10, según precisaron fuentes judiciales, y después está prevista la declaración de Patricia Bernardi, integrante del Equipo Argentino de Antropólogos Forenses (EAAF), quien participó de la identificación de varias víctimas de la Brigada de Lanús y detallará cómo fue ese proceso.
El TOF 1, integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico, comenzó a juzgar el 27 de octubre pasado a 18 represores por los cometidos en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes.
En el banquillo de los acusados están el exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura Jaime Smart; el exdirector de Investigaciones de la Policía bonaerense Miguel Etchecolatz; el exmédico policial Jorge Antonio Berges y Federico Minicucci; Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale, como imputados.
También se los juzga Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.
Por los crímenes en el Pozo de Banfield y Quilmes, dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la provincia de Buenos Aires, se juzgarán los delitos sufridos por 429 víctimas y se prevé que declaren unos 400 testigos.
Los 17 imputados están acusados de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores.
En los centros conocidos como Pozos de Banfield y Quilmes fueron alojados los estudiantes platenses secuestrados en septiembre de 1976 en La Plata, en un hecho conocido como La Noche de los Lápices.
Por los delitos cometidos en el centro conocido como "El Infierno", que funcionó en la Brigada Lanús, será juzgado también Etchecolatz, el civil Jaime Smart, el exrepresor Juan Miguel Wolk (también juzgado por ambos Pozos) y el expolicía Miguel Angel Ferreyro.
Los cuatro están acusados de secuestro, torturas y violencia sexual sobre 62 víctimas, 15 de las cuales se encuentran desaparecidas.