Trabajadores de la línea 145 reclamaron poder volver a trabajar
UN CONFLICTO SIN FIN. Se manifestaron para exigirle al juez federal de Lomas de Zamora que levante la clausura de la terminal de Virgen de Itatí y que libere los colectivos secuestrados.
A dos semanas de la clausura del predio de Virgen de Itatí, trabajadores de la línea de colectivos 145 se manifestaron este viernes para reclamarle al juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena que levante las sanciones que hoy pesan sobre la empresa Rosario Guaraní para que los tres ramales de la compañía puedan volver a funcionar.
Desde hace 14 días, el servicio de la línea que une Lomas de Zamora con Flores y Plaza Italia se encuentra totalmente paralizado. La situación se da en el medio de una descarnada guerra judicial entre los actuales dueños y el Grupo Plaza, que antes estaba a cargo de la 141, y una interna sindical entre dos corrientes de la Unión Tranviarios Automotor.
A raíz de una denuncia por un presunto caso de Covid, el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 1 de Lomas ordenó la clausura de uno de los predios de la empresa y el secuestro y el embargo de 10 unidades.
En el medio quedaron como rehenes 270 trabajadores y 40 mil pasajeros.
Uno de los delegados de la línea aseguró este mediodía que detrás de lo que está ocurriendo con la línea 145 hay "un interés económico, un interés empresarial". "El objetivo es quedarse con el piso, así se le llama al recorrido de la línea", sentenció en diálogo con C5N, y acusó a la Agrupación Juan Manuel Palacios y a la DOTA de estar detrás de todo esto.
"Son los que están influenciando a trabajadores (para que hagan denuncias contra la empresa)", remarcó y agregó: "Nosotros no queremos enfrentar compañeros con compañeros, trabajadores con trabajadores"
La protesta de esta mañana estuvo apoyada por empleados de distintas líneas y empresas que están a favor de la conducción de la UTA de Roberto Fernández. Participaron choferes y delegados de la 67, 64, 119, 47, 247, 124, 59, 68.
Desde que la línea fue adjudicada por el Ministerio de Transporte a la UTE Nuestra Señora del Rosario, integrada por dos empresas de la familia Zbikoski el conflicto en la 145 recrudeció. El Grupo Plaza impugnó la licitación en Tribunales y a partir de ahí empezaron los tironeos y el fuego cruzado entre los empresarios para quedarse con el servicio.
Algunos trabajadores tomaron partido en esta disputa, y las últimas semanas hubo protestas y denuncias de todo tipo contra la empresa. En primer lugar señalaron que la compañía Rosario Guaraní "no cumplió con lo acordado en el acta de adjudicación" de la línea y que les adeuda "cuatro meses de sueldo y el aguinaldo" que ya les debía MAYO SATA.
Al mismo tiempo cuestionaron las condiciones en las que tienen que trabajar. "Nos dan un potrero sin agua para usar de cabecera, y nos tenemos que cambiar arriba de las unidades", denunció Roberto, chofer de la línea.
Desde la empresa aseguran que esto no es así y que los colectivos con los que trabajan son todos 0 kilómetro. "Nos llama poderosamente la atención cómo puede ser que acá clausuraron un predio por estas supuestas irregularidades, y antes nosotros durante estuvimos trabajando en un predio de Puente La Noria y nadie dijo nada", apuntó un delegado.
En este escenario, desde la empresa Rosario Guaraní informaron que ya solicitaron el levantamiento de clausura, y que se deje sin efecto el secuestro y embargo de unidades, También, precisaron que presentaron un informe por el estado sanitario de las instalaciones en el Juzgado de Villena y que esperan una respuesta cuanto antes.
"Continuamos aguardando se obre a derecho en defensa de las fuentes de trabajo y en beneficio de los usuarios", señalaron los directivos de la compañía a través de un comunicado.