Envuelta en una guerra judicial, la línea 145 sigue sin funcionar
DESDE HACE DOS SEMANAS. Los tres ramales del servicio que une Lomas de Zamora con Flores y Palermo no prestan servicio. Hay miles de pasajeros a la deriva por un conflicto empresarial y gremial
La línea de colectivos 145, que une Lomas de Zamora con Flores y Palermo, sigue sin funcionar. Desde que la Justicia Federal clausuró hace dos semanas el predio de la empresa Rosario Guaraní por presuntas irregularidades en la aplicación de los protocolos contra el Covid-19, los tres ramales de la ex141 dejaron de circular por completo.
Por esta situación, miles de pasajeros se encuentran a la deriva. Los problemas para ellos igualmente no son nuevos. Durante gran parte del año se tuvieron que acostumbrar a buscar alternativas para viajar, primero debido a la frágil situación en la que se encontraba la línea cuando la operaba la firma Mayo SATA y ahora por el conflicto actual.
Desde que la línea fue adjudicada por el Ministerio de Transporte a la UTE Nuestra Señora del Rosario, integrada por dos empresas de la familia Zbikoski, se vio insólitamente envuelta en una descarnada guerra judicial entre los actuales dueños y el Grupo Plaza, y en una feroz interna sindical entre dos corrientes de la Unión Tranviarios Automotor.
Ahí comenzaron los tironeos en los Tribunales entre los empresarios, presentaciones cruzadas en la Comisión Nacional Reguladora de Transporte (CNRT) y disputas en la calle, con peleas incluidas entre grupos de trabajadores y sindicalistas.
Ahora, en este escenario, desde la empresa Rosario Guaraní, a cargo de la operación de la línea, informaron que ya solicitaron el levantamiento de clausura, y que se deje sin efecto el secuestro y embargo de unidades,
También, precisaron que presentaron un informe por el estado sanitario de las instalaciones en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 1 de Lomas de Zamora, a cargo del juez Federico Villena.
"Continuamos aguardando se obre a derecho en defensa de las fuentes de trabajo y en beneficio de los usuarios", señalaron los directivos de la compañía a través de un comunicado.
En el medio los pasajeros no dejaron de mostrar su descontento. "¿Qué pasa con la 145, tan poco les duró ser una buena línea?", se preguntó Mariel Carabajal, a través de su cuenta de Twitter. Rodolfo Méndez se lamentó: "Es una lástima, porque tenían buenos colectivos, nuevos, con aire acondicionado, y de un día para el otro dejaron de circular".
Un trabajador de la línea, sin dar su nombre por precaución, contó: "El lío se armó a partir de una agrupación que hizo una denuncia por protocolo de Covid-19 y en realidad nosotros no tenemos ningún caso. Metieron denuncias para clausurar el predio e incautar coches y no nos dan los motivos, porque todo lo que se indica es falso".
En tanto, otro grupo de trabajadores denunció que la empresa Rosario Guaraní "no cumplió ninguno de los compromisos que asumió en el acta que firmó" para quedarse con el servicio: "Habían dicho que iban a regularizar las deudas salariales que teníamos con los dueños anteriores y no lo hicieron, tampoco mejoraron las condiciones de trabajo",
Según Alejandro Borelli, integrante de la Agrupación Juan Manuel Palacios enfrentada con la conducción de la UTA que lidera Roberto Fernández, hay "263 empleados, y a cada uno se les debe alrededor de $300.000".
La deuda actual, según dicen, es de cuatro meses y el aguinaldo. Sin embargo desde la Rosario Guaraní sostienen que esto sucede porque el Ministerio de Transporte no les ha abonado "ni siquiera las compensaciones devengadas desde el 14 de septiembre, obligándonos a recurrir a fondos propios para no incumplir los compromisos salariales corrientes".
La conducción de la UTA exigió a la Justicia rehabilite el funcionamiento de la línea 145 , y a través de un duro comunicado denunció que detrás de lo que sucede en la empresa de colectivos hay "un solo interés: dotar a un grupo empresario de una línea más en su haber". Los dardos estarían dirigidos al Grupo Plaza.