Sigue el conflicto en la línea 145: los choferes protestaron por sueldos adeudados
EN PUENTE LA NORIA. La empresa, que cambió de manos hace muy poco tiempo, continúa sin poder solucionar sus problemas. Los usuarios son rehenes de esta situación
Los problemas en la línea 145 continúan: los choferes mantienen una huelga por "tiempo indeterminado" en reclamo de salarios adeudados y los colectivos no salen de la cabecera de Puente La Noria. Los trabajadores denuncian que la UTE Nuestra Señora del Rosario volvió a incumplir los compromisos asumidos cuando se hizo cargo del servicio.
La línea, que une Lomas de Zamora con los barrios de Palermo y Flores, durante toda la jornada circuló con "una flota mínima" de unidades, según informaron fuentes de la empresa. La situación afectó a miles de pasajeros que todos los días viajan para ir y venir de la Ciudad de Buenos Aires.
La protesta encabezada por un sector disidente a la conducción de la UTA incluyó esta mañana un corte parcial en una de las manos del Puente La Noria, con quema de gomas, lo que provocó importantes demoras y un embotellamiento de más de 3 kilómetros desde la zona de La Ribera hasta la calle Ejército de Los Andes.
La línea 145 atraviesa una profunda crisis desde hace tiempo. La compañía Mayo STATA, que explotaba el servicio hasta mediados de año, no puede operar desde el 3 de septiembre. Los trabajadores estuvieron en huelga permanente de mayo hasta agosto porque no les pagaban sus salarios, y las condiciones de trabajo "eran paupérrimas", denuncian.
Después de tres meses de parate volvió a circular cuando fue adjudicada a través de una licitación precaria la UTE "Nuestra Señora del Rosario", integrada por las empresas Nuestra Señora del Rosario y La Central de Vicente López.
A pesar del cambio de manos, los problemas continúan. Los choferes aseguran que "en el acta de traspaso constaba que los nuevos dueños se comprometieron a regularizar la situación salarial", pero juran que "nada de eso sucedió".
Según pudo averiguar La Unión, las versiones son cruzadas. Desde la conducción de la UTA, a cargo de Roberto Fernández, sostienen que "la empresa está llamando a los trabajadores y le está abonando la deuda que había dejado la anterior línea 141 ya caducada".
"La empresa está cumpliendo, pero hoy nos encontramos que un grupo de choferes, no sabemos con qué fin, se han juntado con choferes de otras empresas y están en la puerta del predio no dejando salir a trabajar a los coches", resaltaron desde la conducción de la UTA.
Las internas gremiales y los conflictos son moneda corriente en la empresa. Cuando volvió a circular la ex 141 volvió con unidades sin autorización y sin sistema SUBE, lo que impide realizar los controles sanitarios por la pandemia. A mediados de septiembre se detectó coches sin seguro vigente y los permisos para circular.
La situación desató toda una batalla legal y la intervención de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). "Lo cierto es que a pesar del tiempo y la aparición de nuevos dueños, los problemas continúan, y nosotros no podemos seguir así", dijo un chofer que prefirió mantener el anonimato ante posibles represalias.