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Alegre, solidario y recto: así recuerdan al Padre Francisco "Paco" Ortiz

VILLA GALICIA. Quienes conocieron al expárroco de Nuestra Señora del Carmen destacaron su dedicación y trabajo social en el barrio: "Fue para nosotros un verdadero guía espiritual".

Las personas que conocieron al Padre Francisco "Paco" Ortiz, quien falleció a sus 92 años, lo recuerdan por su gran acción social y su eterna disponibilidad para quienes lo necesitaban.

El párroco llegó desde España y se ganó el amor de los vecinos de Villa Galicia por su enorme trabajo solidario en el barrio, por su dedicación constante, por su sentido del humor, pero también por su rectitud. Será recordado por impulsar y expandir el actual Colegio Nuestra Señora del Carmen y por su labor social constante y desinteresada.

En el año 1972 comenzó su labor como Capellán del Hospital Gandulfo. Fue fundador de las Voluntarias del Gandulfo y asesor de la Unión de Padres de la Diócesis de Lomas de Zamora.

El Padre Nicolás Díaz, nombrado en la parroquia de Villa Galicia como el sucesor de Francisco "Paco" Ortíz hace unos años atrás, expresó: "Damos gracias a Dios por este buen hermano y sacerdote carmelita que nos regaló su cercanía y cordialidad que hablaba de la misericordia de Dios, de su fuerza creadora que nos hacía a todos artesanos de nuestras propias vidas, la mejor obra de Dios. Gracias por testimoniar con tu vida esa fe sencilla".

En el Colegio Nuestra Señora del Carmen impulsa en 1978 la construcción del gimnasio cubierto; la Biblioteca actual y el Templo. En la década del '90 se construye el buffet y un espacio para proyección de videos. En 2006 se inaugura el actual edificio del Jardín de Infantes, y luego del 2010 se amplió la cantidad aulas.

En tanto, Antonio Dell' Elce del Grupo de Jóvenes de la Parroquia, comentó: "Siempre tuve un vínculo especial con el Padre Francisco, hemos compartido más de 60 años y ha entregado su vida al barrio de Villa Galicia en Lomas de Zamora. Lo que más caracterizó su personalidad siempre ha sido su alegría cristiana y una caridad discreta, con mucha humildad".

Los que lo conocieron también destacaron su carácter fuerte y su rectitud cuando el contexto lo requería. Carlos Olmos, Presidente del Movimiento de Cursillos de la Cristiandad (MCC), comentó: "Fue notable su predica, él siempre ponía los pasajes del Evangelio en el contexto adecuado para que aprendamos a ponerlo en práctica en nuestra vida. Fue para nosotros un verdadero padre y guía espiritual".

Ortíz además siempre trabajó por el bien de la comunidad y por el crecimiento del barrio: "Él decía que la parroquia es el barrio y siempre participó en las mejoras como el asfalto, el gas y en la lucha para que no haya inundaciones".

Su vida fue tan austera que andaba en una Siambreta y luego en transporte público. "En los campamentos era uno más, cocinaba, jugaba al vóley nos acompañaba en las caminatas, nunca se tomó vacaciones salvo esos años de campamento, pero tenía que cuidar a 50 jóvenes y lo hacía con enorme responsabilidad con sus tareas", desatacó Dell'Elce que fue parte de esos campamentos en San Bernardo o en la localidad de San Cayetano, provincia de Buenos Aires.

LA MÉDICA QUE LO ATENDIÓ EN SUS ÚLTIMOS DÍAS

La doctora Roxana Palacio es cardióloga y su testimonio es muy especial porque conoció al Padre Francisco cuando tenía apenas 6 años y las vueltas de la vida hicieron que ella lo tenga que atender en sus últimos días.

"Lo conocí en el Colegio Nuestra Señora del Carmen. Él recorría los pasillos del colegio y por lo general lo veía en los recreos. Lo recuerdo siempre alegre y con rectitud. Siempre ayudó a las familias, doy fe de eso, porque ayudó a mi familia en un momento económico muy difícil para que yo y muchas otras familias pudiéramos seguir en el colegio", resaltó la cardióloga.

Palacio contó sobre los últimos días de Ortíz: "Qué iba a pensar que yo, una niña de 6 años por entonces que lo veía sonreír, iba a vivir los últimos momentos de su vida con él y tomar las decisiones más difíciles, pero se hizo todo lo humanamente posible, estuvo acompañado por todo el servicio de Unidad Coronaria de la clínica, con nuestro cariño y profesionalismo, pero su cuerpo ya no respondía a la terapéutica. No tengo más que palabras de agradecimiento hacia el Padre Francisco. Que Dios lo tenga en su Gloria y descanse en paz".