Asumió el primer párroco argentino en Nuestra Señora del Carmen
CAMBIO SIGNIFICATIVO. El Padre Nicolás Díaz fue nombrado en la parroquia de Villa Galicia como el sucesor de Francisco "Paco" Ortíz, que continuará ligado la institución religiosa.
El Padre Nicolás Díaz, de la Orden del Carmen, asumió hace poco más de un mes en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen en Villa Galicia, en reemplazo de Francisco "Paco" Ortíz, convirtiéndose así en el primer párroco argentino de la institución religiosa. "Continuamos con la obra iniciada por el Padre Amores en servicio a Dios y a su pueblo con la protección de Nuestra Madre del Carmen", sostuvo.
De esta manera, Nicolás Díaz (57) está a cargo de la icónica parroquia ubicada en Cerrito al 1300, luego del paso de padres europeos, como lo fueron el recordado Santiago Amores, Miguel Giménez, José y de "Paco", que tras la llegada de Díaz fue nombrado como párroco emérito. "Me va a estar acompañando y trabajaremos juntos", explicó el nuevo Padre.
Nicolás Díaz (57) está a cargo de la icónica parroquia ubicada en Cerrito al 1300, luego del paso de padres europeos, como lo fueron el recordado Santiago Amores y de "Paco", que tras la llegada de Díaz fue nombrado como párroco emérito.
Los Carmelitas están en Villa Galicia desde 1946. Tras su llegada desde España, el Padre Santiago Amores, con un grupo de vecinos, dieron respuesta a la necesidad del barrio con la creación de una escuela, lo que hoy es el Instituto Nuestra señora del Carmen. Tras su fallecimiento, en 1966, fue reemplazado por Francisco Ortíz, también español, por lo que la figura del Padre Nicolás Díaz sin dudas será recordada por ser el primer párroco nacional en la Orden.
Cabe destacar que los Carmelitas Calzados se establecieron en Buenos Aires y en 1986 compraron una casa, donde se creó el seminario (la casa de formación carmelita) en Lanús para dedicarse a la pastoral vocacional. "Una de las tareas de los padres era salir y recorrer el interior del país, es por eso que llegaron a Tucumán, donde yo nací, y así los conocí", contó Díaz sobre cómo supo de la orden, hace más de tres décadas atrás.
"Yo realicé mis estudios en mi provincia natal. Hice el seminario menor y el seminario mayor en San Miguel de Tucumán, donde tuve mi primer contacto con varios padres carmelitas que eran de Villa Galicia, como Esteban, Miguel, Tomás y Román", rememoró Nicolás sobre sus inicios.
Una de las tareas de los padres era salir y recorrer el interior del país, es por eso que llegaron a Tucumán, donde yo nací, y así los conocí.
"Cuando llegué a Lomas, en 1990, no conocía, pero sabía que era un lugar con un gran impulso", contó el Padre. En 1993, Díaz realizó la profesión religiosa en la Orden y lo designaron a la Capilla Stella Maris del barrio San José (Temperley). Cinco años más tarde, fue ordenado sacerdote y lo nombraron vicario de la Parroquia San José, donde es párroco el Padre Felipe Mayor. Nicolás también contó que la Orden le brindó un espacio de preparación espiritual, académica y la participación en encuentros internacionales de formación.
Las Carmelitas realizan la atención pastoral en la Diócesis de Lomas de la Capilla Nuestra Señora de Lourdes (Temperley), la Parroquia San José Obrero (de Temperley, con el párroco Geraldo Bezerra de Brasil, carmelita de la Provincia de Pernambuco) con la Capilla Stella Maris y la Parroquia Santa Rosa de Lima (en Banfield, con el párroco Antonio Verdugo). Además, están a cargo de dos instituciones educativas: el Instituto Nuestra Señora del Carmen y el Colegio San Juan de la Cruz. La comunidad carmelita cuenta con nueve frailes: Felipe, Francisco, Antonio, Miguel Antonio, Juan Manuel, Geraldo, Nicolás, David y Ever.
El Padre Nicolás contó que, hace unos días y como una de sus primeras actividades, estuvieron en el Hospital Gandulfo para llevar a cabo un acto de reconocimiento a todo el personal que trabaja incansablemente en este tiempo de pandemia.
El Padre Nicolás contó que, hace unos días y como una de sus primeras actividades, estuvieron con la Dirección de culto de Lomas y los pastores en el Hospital Gandulfo para llevar a cabo un acto ecuménico de reconocimiento a todo el personal que trabaja incansablemente en este tiempo de pandemia: "Les queríamos llevar la bendición a ellos y a todos los enfermos del lugar, es importante estar cerca en este momento de dificultad".
Para finalizar, Díaz no se olvidó de los alumnos de las dos instituciones que tienen a su cargo y sostuvo que, a pesar de que la tecnología fue una aliada en todo este tiempo de pandemia, explicó que "la presencialidad es importante para ellos, sobre todo por la sociabilización". "Agradezco a los directivos, docentes y el resto del personal por todo el esfuerzo y la creatividad que han dado en este tiempo de pandemia, como así también a los padres nuestro mayor reconocimiento", resaltó.
Las misas son de lunes a domingos a las 17 (este último día también hay eucaristía a las 11), donde está permitido el 70% de aforo para los creyentes, siempre respetando los protocolos de sanidad. Aquellos vecinos que quieran comunicarse con la parroquia pueden hacerlo por teléfono al 42440956/1165613182.