Arregla calzados hace seis décadas: la historia de Horacio Perfumo
AMOR A LA PROFESIÓN. El vecino de 83 años tiene su negocio en el Barrio La Perla y contó que aún atiende a clientes que conoció en sus inicios. "Esto es mi vida", señaló.
En el corazón de Temperley, más precisamente en el Barrio La Perla, existe un vecino de 83 años que cada mañana se levanta para atender su negocio y honrar su profesión. Horacio Perfumo se dedica a la compostura de calzados hace más de seis décadas y contó lo que significa seguir ligado al mismo trabajo a lo largo de toda su vida.
En una charla con el Diario La Unión, Horacio contó que su primer contacto con el mundo del calzado lo tuvo a los 14 años, cuando trabajó para una fábrica como cadete, donde también tomó cursos para interiorizarse. "Cuando tenía 20 fue que decidí abrir mi propio negocio de compostura de calzados. Arranqué con mi primo y a los meses él dejó, entonces seguí solo", indicó.
Cuando tenía 20 fue que decidí abrir mi propio negocio de compostura de calzados. Arranqué con mi primo y a los meses él dejó, entonces seguí solo.
El negocio se encuentra ubicado en la intersección de las calles Indalecio Gómez y Achupallas. Según contó el propio Perfumo, cuando decidió abrir su local en La Perla, la mayoría de las calles de la zona no contaban con asfalto ni había tantas casas edificadas, por lo que Horacio creció en la profesión a la par del barrio.
"Esta labor requiere de mucha paciencia ya que los trabajos se realizan de forma manual y, por ende, lleva su tiempo", indicó Horacio, que rápidamente aseguró que en la compostura de calzado "entran muchas cosas, como el arreglo de zapatillas o zapatos, cambios de fondo y hasta costuras en mochilas".
"Yo nunca elegí qué trabajo hacer o no. Realizo todo lo que llega a mis manos y creo que eso hizo que me gane un respeto. Hoy en día, hay clientes que pasan simplemente para saludarme", dijo Horacio, muy emocionado. "Sigo atendiendo a clientes que vienen desde los primeros años y hasta vienen con sus nietos, es muy lindo", acotó.
Sigo atendiendo a clientes que vienen desde los primeros años y hasta vienen con sus nietos, es muy lindo.
El local de Lomas se encuentra abierto todas las semanas de lunes a jueves, de 9 a 13. "Soy consciente de que, a esta altura, este negocio no me da grandes ganancias por la cantidad de días y horas que hago. Pero prefiero estar en el local que solo en mi casa porque acá me entretengo mucho, es mi vida", concluyó.