Así fue la explosión mediática de la carnicera del Barrio Laprida
Furor. La historia conmovedora de Griselda Allovetti, quien hace más de 30 años que trabaja en el rubro llamó tanto la atención que su relato llegó a radios, televisión y diarios.
La carnicera histórica del Barrio Laprida, Griselda Allovetti contó a La Unión la emoción que siente respecto a que su historia haya llegado a tantos rincones gracias a la repercusión en los medios que la llaman para entrevistarla.
"Es todo muy loco porque pasé a ser un ejemplo de vida", comentó con emoción la carnicera lomense que guarda una verdadera historia de lucha de más de 30 años trabajando en el rubro de la carne.
Griselda es carnicera sin siquiera elegirlo porque fue el destino que la llevó a ese lugar que hoy es su lugar de todos sus días. Cuando tenía 27 años se quedó viuda y a cargo de un hijo muy chico. Su marido era carnicero y de golpe tuvo que hacerse cargo de un oficio que desconocía por completo y que además siempre estuvo muy vinculado a los hombres.
"Fue muy dura mi vida personal fuera del trabajo, por eso esto que me está pasando me conmueve muchísimo y además me llena de amor porque recibo contantemente los mensajes tan afectuosos de tanta gente que me hacen muy feliz", confesó Griselda que ante esta ola de reportajes que tuvo que hacer, decidió por consejo de un periodista que haga su propia cuenta de Instagram que ya la creó y se la puede seguir en @laabuelacarnicera
Radio, televisión, diarios y los portales web llamaron a Griselda para que cuenta su historia de lucha en un mundo comandado por hombres como siempre ha sido la carnicería.
Fue muy dura mi vida personal fuera del trabajo, por eso esto que me está pasando me conmueve muchísimo y además me llena de amor porque recibo contantemente los mensajes tan afectuosos de tanta gente que me hacen muy feliz
"Mis clientas están todas fascinada y orgullosa de mi. Inclusive muchas de ellas me acompañaron en las notas y se dedicaron a hablar de mi persona y creí que me moría de la emoción al escucharlas", confesó la comerciante que además es muy solidaria y siempre colabora con las acciones sociales del barrio.
Griselda hizo todo por salir adelante porque había una boca que alimentar que en ese entonces era su hijo de apenas 9 años y ella era su único sostén. "Comencé con dos máquinas y un empleado, pero gracias a un señor que se llamaba Daniel logré capacitarme en el oficio porque él me ayudó mucho y era como mi socio durante los primeros años", había contado a La Unión.
"Con toda la repercusión me sentí querida por un país porque yo soy una carnicera de barrio, con un comercio chico y nunca pensé que se iban a interesar en mi historia", confesó y aseguró: "Yo no busque esto, todos me buscaron a mi".
Griselda es muy sincera y a la distancia, después de ver todo lo que hizo en más de 30 años al frente de una carnicería recalcó: "Solo traté de salir adelante en la vida por mi hijo y sigo luchando por él y mis nietos a hora".
Aunque ya está jubilada, la carnicera Roma ubicada en Boero 495, del Barrio Laprida sigue siendo atendida por Griselda, quien aún no está decidida a dejar el oficio que marcó su vida para siempre.
"El fin de semana vino gente de Temperley y del centro de Lomas a comprar porque me vieron en las notas", añadió sobre este cambio abrupto y de mucha exposición que está transitando y disfrutando con la honestidad que la caracteriza.