La carnicera de Banfield que desafía un rubro históricamente masculino
Rompiendo estereotipos. Con mucha actitud y sin ninguna herencia familiar, María Roldán sorprende en el local "El Polaco" por su amable atención y por su manejo de la sierra.
La carnicera María Roldán tiene 31 años, es de Banfield y se presenta como una mujer que entiende de derribar mitos, que sorprende a sus clientes del local "El Polaco" por su compromiso con el trabajo en un ambiente copado por el género masculino y que cuenta que hace 4 años que se dedica al rubro de la carne y le gusta lo que hace.
Sin herencia familiar de carniceros, María comenzó a dedicarse al rubro por casualidad. "Fue un poco por necesidad porque justo me enteré que necesitaban aprendices de carnicería. Así que me presenté y me gustó", comentó en charla con La Unión.
María o Maru, como le dicen sus conocidos, además estudió para chef y obtuvo un título en cocina de vanguardia, pero cuando comenzó trabajar en restaurantes no le gustó el ambiente y probó suerte como carnicera, un oficio del que se enamoró rápidamente.
"Salió esta oportunidad y me gustó mucho, pero de mi trabajo lo que más disfruto es del contacto con la gente, que todos se vayan contentos", señaló la empleada de la carnicería ubicada en Derqui 1306, Banfield.
Fue un poco por necesidad porque justo me enteré que necesitaban aprendices de carnicería, me presenté y me gustó.
Ella misma reconoce que es algo muy habitual la sensación de sorpresa de los clientes cuando la ven por primera vez del otro lado del mostrador. "Se quedan mirando, les causa mucha curiosidad cuando voy a la sierra, me observan porque la sé manejar, lo hago con confianza y eso les causa mucha sorpresa", cuenta.
No obstante, los elogios también están a la orden del día al igual que las felicitaciones. "Mis clientes hombres me elogian, me traen algún regalito y muchos de ellos hasta me buscan charla siempre dentro del marco del respeto, pero sin duda son las mujeres las que más se sorprenden de verme en este rol de carnicera", asegura.
María o Maru, como le dicen sus conocidos además estudió para chef y obtuvo un título en cocina de vanguardia, pero cuando comenzó trabajar en restaurantes no le gustó el ambiente y probó suerte como carnicera, un oficio del que se enamoró rápidamente.
Maru trabajó en varias carnicerías de Lomas y alrededores y confesó que está muy acostumbrada a trabajar con hombres. "Mis compañeros siempre me han tratado muy bien, por suerte no tuve dificultad, pero es cierto que es un ambiente muy machista", explica.
Asimismo, hasta la familia de Maru se muestra sorprendida por este camino que tomó. "Mi papá fue colectivero, así que nada que ver con el rubro, pero a mi me gusta y mis hijos de 11 y 6 años están orgullosos porque van diciendo todo el tiempo: 'tengo una mamá carnicera'", revela.
Los dueños de la carnicería "El Polaco", Víctor y Nicolás Kurylowiczque (son padre e hijo) que tienen locales en Lanús y Lomas, comentaron respecto a la incorporación de Maru que fue una elección muy positiva. "Lo notamos en los comentarios de los clientes que se sorprenden, pero agradecen la atención de ella", indicaron.
Tan positiva fue la elección que en una de sus carnicerías de Lanús también decidieron incorporar una mujer carnicera. "Nos parece interesante que se pueda romper con esto que los que cortan la carne siempre tienen que ser hombres", valoran.
Por su parte, a Maru se la encuentra en la carnicería "El Polaco" de Banfield, de lunes a sábados de 8.30 a 13 y de 17 a 20; también, los domingos de 9 a 13.