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Empezaron los alegatos en el juicio del Pozo de Banfield

LESA HUMANIDAD. "Estamos frente a crímenes contra la humanidad, imprescriptibles", sostuvo la fiscalía, que habló de un "plan sistemático de persecución y exterminio".

Los fiscales Ana Oberlin y Gonzalo Miranda expusieron en la jornada

Crédito: La Retaguardia.

Los fiscales Ana Oberlin y Gonzalo Miranda expusieron en la jornada.

Empezaron los alegatos en el Juicio Brigadas, proceso que unifica los delitos de Lesa Humanidad cometidos en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes, el Infierno de Lanús y la Brigada de San Justo durante la última dictadura militar.

Este martes por la mañana, la Unidad Fiscal de delitos de lesa humanidad de La Plata inició su alegato ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata. En su exposición, los auxiliares Gonzalo Miranda y Ana Oberlin acusaron a 12 represores por crímenes de Lesa Humanidad cometidos contra 605 víctimas en los cuatro centros clandestinos de detención investigados en este juicio.

El fiscal Miranda remarcó que "el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes, El Infierno y la Brigada de Investigaciones de San Justo fueron dispositivos que se integraron al plan sistemático de persecución y exterminio de opositores implementados en esos años", y señaló: "Esta unidad fiscal reafirma la acusación por crímenes contra la humanidad. No estamos frente a episodios comunes dentro de la normalidad del sistema, sino frente a crímenes contra la humanidad, imprescriptibles".

Miranda sostuvo que "son crímenes de Estado, el cual actuó como una organización criminal que cometió delitos de manera sistemática y generalizada y estos crímenes produjeron un daño inconmensurable en numerosas personas e impactó no sólo en las personas que fueron secuestradas, torturadas, abusadas sexualmente, privadas de su identidad, asesinadas o desaparecidas, sino también en sus familias, amigos, amigas, vecinos y vecinas, personas con las que trabajaban y con las que se encontraban vinculadas, entre muchas otras".

Luego, el fiscal describió los cuatro centros clandestinos de detención juzgados en este proceso. Sobre el Pozo de Banfield, mencionó la "maternidad clandestina" que funcionaba allí y que facilitó "los actos tendientes a sustraer, ocultar y cambiar la identidad de hijos e hijas de personas secuestradas". En la misma línea, expuso que los secuestrados "estaban en la oscuridad, permanentemente encerrados en las celdas, apenas les daban de comer y dormían en el suelo" y que hubo abusos sexuales contra las mujeres y travestis-trans.

Por su parte, la fiscal Oberlin dio detalles sobre las 605 víctimas. Contó que "el 63% eran varones cis, más del 35% mujeres cis y un 1,5% mujeres trans". En sintonía, explicó que "unos 71 niños y niñas recién nacidos, hijos e hijas de las personas secuestradas sufrieron los secuestros, vivenciaron las violencias y sufrieron las consecuencias de la desaparición de sus padres y sus madres".

Además, puntualizó que "de estas 605 personas, un 80% eran trabajadores, estudiantes y profesionales". En cuanto a las edades, "un 53% tenían entre 18 y 29 años, un 23% tenían menos de 40 años, un 8% eran niños y niñas, y un 11% tenía más de 40 años". De todos ellos, según la fiscal, "373 personas sobrevivieron, 189 se encuentran desaparecidas y 31 fueron asesinadas"

Oberlin señaló también que "de las 31 personas asesinadas, 30 estuvieron en situación de desaparición forzada muchos años hasta que sus cuerpos fueron recuperados". 

Finalmente, Miranda y Oberlin mencionaron a cada una de las víctimas secuestradas y alojadas en el Pozo de Banfield y describieron con crudeza las torturas y vejaciones que sufrieron dentro de este centro clandestino de detención. Mencionaron la picana eléctrica, simulacros de fusilamiento, métodos de asfixia como el "submarino" y violaciones, entre otros.

El alegato continuará el martes 19 de diciembre a las 8 de la mañana. Se espera que ese día conozcan las penas que solicitará la fiscalía para los represores imputados.

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