Matías Carníval y las claves del trabajo en las divisiones infantiles en Banfield

ENTREVISTA. El coordinador el Fútbol Infantil del Taladro explicó cuáles son los principios de los que parte el club para formar a sus promesas.

Matías Carnival coordina el fútbol infantil de Banfield desde 2019

Matías Carnival coordina el fútbol infantil de Banfield desde 2019.

El fútbol es uno de los grandes espacios de enseñanza para los niños que buscan triunfar en éste o en cualquier otro ámbito. Sin embargo, a menudo no todo es simplemente atarse los botines, entrar a un campo y jugar. Todo requiere de un proceso de preparación y aprendizaje que comienza en las divisiones inferiores de un club.

Banfield es una de las entidades que cuenta con un departamento encargado de coordinar estas estructuras llamadas "inferiores", en las que, además de fútbol, se aprenden valores, conductas y habilidades, y se les enseña a los más jóvenes a desarrollar un pensamiento positivo para conseguir metas y ganar… más allá de la cancha.

Esta área del Taladro se encuentra a cargo de Matías Carnival, quien tiene el rol de Coordinador General del Fútbol Infantil de Banfield AFA. Ex jugador de fútbol, cuando terminó su carrera llegó al club y ocupa esa función desde enero de 2013, y a la vez, algunos años dirigió como DT la Pre Novena. En una charla con el Diario La Unión, reveló los principios y claves en las que se trabajan para formar a grandes promesas que luego triunfan en el fútbol profesional. 

- ¿Qué diferencias hay en el trabajo que se hace con los jugadores más grandes y profesionales?

-Desde mi punto de vista, existen innumerables diferencias. O al menos deberían existir, y lamentablemente para los niños en infinidad de contextos no las hay. Así vemos familias, clubes, que meten al niño en un sistema perverso donde por ejemplo es habitual que le paguen a la familia de un chico para que vaya a jugar un partido de baby fútbol... ¡Y lo más grave y lo que más tristeza me da es pensar que hay adultos que lo ofrecen, y familias que lo aceptan! Sumale la exigencia con la que se viven las jornadas de baby o de Fútbol Infantil: gritos, discusiones, peleas, insultos... A veces siento que es un circo romano con los adultos arengando a criaturas a ganar a cualquier precio, aunque eso incluya pegarle a un rival, o jugar deslealmente y recurriendo a trampas.

-¿Cómo se trabajan estos conceptos en el Club?

-En Banfield las diferencias las marcamos notoriamente. No tomamos al niño como un jugador profesional en miniatura. El fútbol promocional y pre infantil (que están incluidos en el área que Coordino) va desde los 5/6 años hasta los 8/9, depende fecha de nacimiento y fecha del año en curso. Para nosotros es como el jardín de infantes. Conceptos técnicos, tácticos y físicos básicos, con todos los aprendizajes orientado principalmente desde lo lúdico y con un perfil constructivista en la mayoría de los casos. 

El Fútbol infantil, que va desde los 9/10 hasta los 12/13, sería como la Escuela Primaria, no podés aprender a dividir si primero no sabes restar. Creo en las bases sólidas como piedra fundamental para los aprendizajes sostenibles en el tiempo. No nos gusta quemar etapas, y observo cómo en muchos clubes por perseguir el resultado inmediato de ganar un partido de chicos de 10 años, saltean instancias de aprendizaje que luego se pagan con errores técnicos y conceptuales de jugadores profesionales que no fueron bien enseñados. 

-¿Qué le lleva a un formador a hacer eso?

-Para mí, su ego. Su ambición por mostrar su trabajo a partir de triunfos efímeros, que alegran a los chicos, a sus familias, a algunos dirigentes, pero que lo benefician principalmente a él. Porque en la búsqueda de ese resultado, quizás el chico nunca o escasas veces intentó salir jugando, gambetear, meter un pase filtrado, y olvidate de tirar un caño o un sombrero... Les piden a los chicos que "jueguen" con "seriedad". Qué significará me pregunto yo jugar con seriedad a los 6, 8, 10 o 12 años.

-¿Qué lugar se le da al error como instancia de aprendizaje?

-A nosotros nos gusta romper con toda esa locura por el resultado, y queremos que el chico experimente y aprenda, se equivoque y evolucione, adquiera más recursos... Me llena el alma cuando un chico que inició su camino en el Fútbol infantil de Banfield llega a primera, y es respetuoso, comprometido, tiene sentido de pertenencia, es buen compañero, tiene coraje para jugar y actitud para recuperar la pelota, no se gana amarillas por protestar, es dotado técnica, física y tácticamente... Es el ideal, y lo venimos logrando en muchísimos casos. Trabajamos siempre para seguir mejorando.

- ¿Cómo se trabaja el estado anímico de los jugadores que recién están pensando y después quedan libres de un club o no llegan ser tenidos en cuenta para firmar un contrato?

-En nuestra área trabajamos con edades tempranas. Son chicos que no pasan por la experiencia de firmar o no un contrato, pero sí de validar su lugar en el plantel de AFA año tras año. Nosotros tenemos algunos pilares para trabajar en esto. Primero, al comenzar la temporada brindo charlas a las familias, en donde nos presentamos, informamos nuestra filosofía, ideas, objetivos, reglas de convivencia para mantener la imagen que quiero que dé nuestra institución. 

En esas charlas ya comenzamos a dialogar sobre las características de participar de un sistema competitivo y selectivo, en donde de movida ya sabes las reglas, y si querés ser jugador profesional es algo que vas a tener que enfrentar cada año de tu vida, por ende, es beneficioso aprender a tomarlo como parte de las reglas de juego. Durante el año, los entrenadores de cada categoría también mencionan estas situaciones a menudo en charlas con los chicos.

-¿Cómo se le dice a un niño y la familia que su hijo no será tenido en cuenta? 

-Antes de informar las decisiones sobre las continuidades, brindamos otra charla a las familias en donde les comparto recursos que pueden resultarles funcionales para acompañar a sus hijos en esos momentos, pudiendo ellos como adultos cambiar la mirada ante la situación. Y desde un estado de mayor aceptación contenerlos y asistirlos para que puedan capitalizar el aprendizaje obtenido, llevarse una devolución de su DT con aspectos a mejorar, e ir confiados a encarar lo que sigue: las pruebas en otros clubes -que también ofrecemos gestionarles nosotros mismos-. En las generalidades, las familias y los chicos se retiran más agradecidos que enojados, y eso es un montón.

- ¿Cuál es la diferencia entre entrenadores y jugadores, en cuanto a preocupaciones y presiones?

-Afortunadamente los entrenadores del Fútbol Infantil de Banfield no sienten ningún tipo de presión. O eso me dicen al menos (risas). Jamás en 11 años de Coordinación cuestioné un resultado. Me cargan porque pueden pasar meses que no miro las tablas de posiciones. Me olvido. No lo tengo en cuenta. También estamos en un Club que nos permite manejarnos así.

- ¿Qué harías si eso ocurriera?

-Si un día me dicen que la prioridad es ganar, me voy. También soy consciente de que los resultados nos avalan. La cantidad de chicos de infantiles que son convocados a seleccionados juveniles, o que llegan a Primera, o son vendidos en cifras millonarias, demuestran que lo estamos haciendo muy bien sin darle relevancia a ganar, perder o empatar un partido en esas edades. 

- ¿Cómo llevas adelante este tipo de cosas desde tu experiencia como exjugador? 

- Mi objetivo es que ni mis compañeros, ni los chicos, ni las familias vivan esto con presión. Siempre digo lo mismo: fui jugador profesional y jugué mil veces presionado porque si no ganaba no cobraba. O presionado porque si no jugaba corría riesgo de no conseguir club y quedarme sin trabajo y sin ingresos. 

O exigido a ganar para que 20 personajes se creyeran con derecho a entrar a un vestuario o aún campo de juego a amenazarte con pegarte un tiro en la rodilla o romperte el auto. Los chicos ya tendrán tiempo de vivir esas situaciones lamentablemente naturalizadas, si eligen ser jugadores profesionales y lo logran. Por mi parte, cero presiones. Gracias, que los chicos, las familias y mis compañeros disfruten las jornadas. Que no las sufran. No le encuentro sentido hablando de Fútbol Infantil.

- ¿Respecto a preocupaciones y presiones, cuál es la diferencia entre entrenadores y jugadores?

Creo que, trabajando muchísimo en la conciencia, en los valores y en el sentido de "EQUIPO". Cuando todos se entienden como integrantes/piezas del mismo equipo/sistema, cuando se dan cuenta que solos no podrían ni competir, que un equipo necesita de todos, que todos son diferentes y tienen distintas habilidades y cualidades, cuando el habilidoso sabe que necesita del que sabe marcar y viceversa, y así con cada integrante, y si esto es conducido por un líder consciente que acompaña con sus decisiones a que todos se sepan importantes, es muy factible que no existan grandes egos. 

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