Es de Lomas y busca concientizar sobre el síndrome de Asperger: su historia

Mensaje positivo. Victoria Castillo, de 17 años, asegura que superó muchos límites. Es el mejor promedio de su escuela y quiere demostrar con sus vivencias que todo se puede lograr. 

Con sólo 17 años, pero con el objetivo bien claro de llevar su historia a muchas personas que estén en su misma situación, Victoria Castillo quiere dejar un mensaje positivo sobre que un diagnóstico no es un límite. "Quiero contar mi experiencia porque soy una chica con Asperger que tiene su grupo de amigos y soy el mejor promedio de mi colegio", transmitió

Con ese mensaje y con su conmovedora historia, de la que hoy no reniega, la joven lomense busca demostrar que todo se puede lograr en la vida a pesar de las adversidades que se pueden ir presentando en el camino.

El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista que suele ser menos grave y afecta el comportamiento y la capacidad de socializar y comunicarse con efectividad. Por eso, Vicky aclaró que ella cuenta con un grupo de amigos que la apoyan y ayudan cuando lo necesita porque todo se logra si "uno se lo propone".

Victoria Castillo vive en el Barrio Villa Galicia de Lomas, está en 6° año del secundario y le diagnosticaron el síndrome cuando tenía aproximadamente 10 años. "Según mi mamá, yo era una bebé muy tranquila. A los 7 meses mis papás se dieron cuenta de que no fijaba la vista cuando me hablaban", contó en charla con La Unión.

No obstante, hubo otras actitudes que llamaron la atención, como cuando en el jardín de infantes le costaba concentrarse, al mismo tiempo que se mostraba muy activa y movilizando mucho sus hombros. "Hacía como un aleteo con mis brazos", reveló.

En esa época del jardín de infantes y aún sin el diagnóstico, también comenzó a aparecer la falta de información de los docentes que en uno de los actos escolares le recomendaron a la mamá de Victoria Castillo que no la llevara a un acto en el que participaban todos los compañeritos porque ella "no cumplía con las consignas que se le pedían".

"Yo nací en el 2006, justo el año donde la Organización Mundial de la Salud da a conocer el síndrome de Asperger y lo incluye dentro del espectro autista", explica enseguida Vicky, que está sumamente informada sobre su diagnóstico.

Asimismo, recuerda que cuando era chica los médicos más jóvenes comenzaron a especializarse en entender ese síndrome. "Yo en ese entonces todavía no tenía un diagnóstico, así que me mandaban a hacer 'estimulación temprana' porque no sabían lo que tenía exactamente", comentó Victoria Castillo.

LA BÚSQUEDA DEL DIAGNÓSTICO

Al no contar con un diagnóstico certero, la mamá de Vicky comenzó a investigar por su cuenta en internet. Ella buscó qué significado podría llegar a tener ese tipo de movimientos que hacía su hija con los brazos. 

"Yo casi no hablaba, y cuando lo hacía era una copia textual que había escuchado de las personas", confesó Victoria Castillo. Finalmente, gracias a la psiquiatra que le mandó a realizar estudios neurológicos, pudieron dar con el diagnóstico. 

"No encontrando nada malo y dadas mis características, el diagnóstico fue leve síndrome de Asperger, algo que impactó a toda mi familia, pero por fin teníamos el diagnóstico y comenzamos a aprender todos de qué se trataba este síndrome", recordó la joven que asiste a la Escuela de Educación Secundaria N°88 de Lomas.

Sin embargo, hubo un hecho en particular que, según Vicky, le cambió la forma de mirarse a ella misma. "Fue cuando estaba en 2º grado de primaria (en otro colegio, no al que voy actualmente). A mí me costaba muchísimo hacer las tareas, ni siquiera sabía leer, ni escribir, ni hacer los ejercicios básicos de matemáticas, por lo que me querían hacer rendir en febrero. Las docentes no me tenían fe que yo avanzaría al siguiente año", contó.

No encontrando nada malo y dadas mis características, el diagnóstico fue leve síndrome de Asperger, algo que impactó a toda mi familia, pero por fin teníamos el diagnóstico y comenzamos a aprender todos de qué se trataba este síndrome.

Por su parte, al papá de Victoria Castillo le dijeron que su hija no tenía chance de pasar de grado. Entonces fue ella quien le preguntó a su padre: "¿Yo soy tonta?". Esa pregunta cambió por completo a toda la familia.

"Mi mamá decidió enseñarme lenguaje durante todas las vacaciones, todos los días dos horas a la mañana y por la tarde me daba clases de matemáticas. También me ayudaba con libros escolares para mi edad, y así fue que me presenté en febrero para rendir y pude pasar de grado. Desde ese entonces nunca más me fue mal en la escuela y nunca me llevé una materia", contó Vicky, quien, además, resaltó que se esforzó, y logró vencer sus límites con la ayuda de su familia.

El año pasado Victoria Castillo fue el mejor promedio de toda su escuela, en ambos turnos y siempre es abanderada nacional.

EL MENSAJE DE VICKY

La joven de Villa Galicia supo de muy chica que superarse a sí mismo es una tarea difícil, pero de un total fortalecimiento personal y a pesar de su corta edad entiende que cuenta con las herramientas necesarias para superar cualquier límite que la vida le imponga.

"El mensaje que quiero dar a los demás es qué siempre deben intentar superarse. No importa dónde estés en la vida, en el lugar, en la condición, si vos tenés un objetivo claro y querés alcanzarlo: hacelo y nunca hay que tener miedo a pedir ayuda. Al fin y al cabo los 'no' son muchas veces puestos por nosotros mismos", resaltó.

Aceptar y aceptarse a uno mismo y al otro con empatía es lo que quiere brindar como mensaje Vicky que entendió enseguida lo que a muchos le cuesta toda una vida.

El mensaje que quiero dar a los demás es qué siempre deben intentar superarse. No importa dónde estés en la vida, en el lugar, en la condición, si vos tenés un objetivo claro y querés alcanzarlo: hacelo y nunca hay que tener miedo a pedir ayuda. Al fin y al cabo los 'no' son muchas veces puestos por nosotros mismos.

"Es importante entender que alguien con Asperger es simplemente una persona que tiene una diferente forma de procesar las cosas, y quizás tenga necesidades diferentes. A veces por la ignorancia y ciertos estereotipos uno encasilla al que tiene Asperger en algo que no es", explicó la joven que dio a conocer que sus características vinculadas al síndrome es la sensibilidad al sonido y al tacto: "Me pasa que algunas personas no entienden que no me gusta oír música a todo el volumen con parlantes enormes".

Por eso, el entorno es fundamental cuando hay un caso como el de Vicky donde la información siempre tiene que estar presente antes de juzgar: "Quiero resaltar y agradecer docentes, a las autoridades, las auxiliares de mi escuela, pero particularmente a mis compañeros, qué me han ayudado cuando lo he necesitado".

Actualmente, Vicky cursa su último año del secundario y los sábados realiza diferentes actividades más ligadas al arte como teatro y dibujo.

Respeto al futuro contó: "Me gustaría dedicarme al entrenamiento, ya sea vinculado a la actuación o también quiero crear mi propia serie animada porque me gusta un poco de todo".

Victoria ya sabe que va a lograr todo lo que se proponga porque es una joven que tiene los objetivos claros como el mensaje que lleva dentro de ella misma gracias a su historia de vida.