Tiene 76 años y recorre distintas partes de América con su moto

ORGULLO LOCAL. Benjamín Vargas viaja en su vehículo de dos ruedas para conocer ciudades del continente. El desafío físico y mental para estar a la altura y disfrutar de cada instante.

Muchos piensan que viajar por distintas partes del mundo es uno de los placeres más lindos de la vida. Y el lomense Benjamín Vargas también lo cree, con la particularidad de que él prefiere agarrar su propia moto, elegir un destino y lanzarse hacia la aventura. A sus 76 años, el vecino de Llavallol continúa tachando países y ciudades por conocer en América: en una charla con La Unión contó cómo es su estilo de vida, de qué manera se prepara ante cada recorrido, cuáles fueron los lugares más impresionantes que visitó y hasta invitó a más personas a embarcarse en el desafío.

Desde muy chico, Benjamín sintió una atracción especial por las motos ya que su padre le contaba de algunos viajes que había hecho con su vehículo de dos ruedas. "Eso me despertó un entusiasmo tremendo, al punto de empezar a manejar motos a los 14 años. A esa edad tuve la posibilidad de hacer mis primeros recorridos por las selvas de Santa Cruz de la Sierra, que es mi ciudad natal", rememoró, con cierta emoción.

Desde entonces, han pasado más de seis décadas y, en ese lapso, muchas cuestiones relacionadas a la vida de Benjamín fueron mutando, incluso haberse mudado a Lomas. Pero la pasión por los viajes en moto sigue intacta debido a que continúa viviendo aventuras por distintas partes de América, en donde logra percibir que "los límites entre países desaparecen y somos lo mismo, aunque cada uno arraigado a su cultura". 

Antes de realizar cada viaje, Vargas se asegura que su fiel compañera, la moto, esté en condiciones y prepara una serie de elementos para estar preparado en caso de alguna eventualidad: además de la ropa y la comida, Benjamín lleva herramientas, cámaras para las cubiertas y bugías, entre otros componentes. "Suelo viajar de día y, al caer el sol, decido descansar en algún lugar para pasar la noche. Disfruto mucho cada recorrido, incluso cuando me agarran los diluvios. Pienso que es el único placer que me voy a llevar a la otra vida", admitió, dejando en claro que se mantiene en permanente contacto con sus familiares para que sepan de su paradero actual.

Para Benjamín, el momento más emocionante de sus viajes fue cuando inició "El camino de la muerte", como se lo conoce a un tramo de ruta situado en Bolivia, el cual une a la ciudad de La Paz con la región de Los Yungas. Los viajes que hizo Vargas en los últimos 15 años nacieron con la inquietud de conocer ese lugar de peligrosa popularidad.

El momento más emocionante de sus viajes fue cuando inició "El camino de la muerte", como se lo conoce a un tramo de ruta situado en Bolivia, el cual une a la ciudad de La Paz con la región de Los Yungas. 

Al ser consultado sobre los lugares que más lo impresionaron en Latinoamérica, el lomense no lo dudó y eligió Machu Pichu: "Haber recorrido sus ruinas y la plaza principal de Cuzco fue impresionante". La calidad humana que se encuentra en el interior y en otros países es otra de las cosas que más le llamó la atención a Vargas: "Hay una predisposición increíble por ayudar al prójimo, dándote hasta lo que no tienen, y eso lo noté en cada viaje", reveló.

Para finalizar, Vargas dejó algunos consejos para aquellos vecinos que deseen emprenderse en una aventura con su moto: "Hay que gozar de buena salud, eso es fundamental. Pero, además, hay que sentirse confiado y estar con la mente predispuesta para superar cualquier obstáculo que se pueda presentar en el camino".