Evacuaron un colegio de Turdera por una amenaza de bomba
este viernes. Todo sucedió esta mañana en el Instituto Vicente Pallotti, en Zapiola al 500. Personal especializado en explosivos determinó que se trató de una falsa alarma.
Evacuaron un colegio de la localidad de Turdera tras recibir una amenaza de bomba a través de un correo electrónico. Se activó el protocolo y se determinó que era una falsa alarma.
Se trata del Instituto Vicente Pallotti, situado en General José Matías Zapiola al 500, a dos cuadras de la avenida Hipólito Yrigoyen, en Turdera. Todo el personal, tanto estudiantes como el cuerpo docente, debieron ser evacuados a causa de la alarmante situación y fueron puestos al resguardo en la plaza San Martín, a pocos metros de la institución, mientras se determinaba si se trataba de una falsa alarma.
Efectivamente, luego de que el personal especializado en explosivos de la Policía bonaerense inspeccionara el área, se determinó que no había ninguna bomba. En consecuencia, ya los alumnos retornaron al edificio y la situación se normalizó, informaron fuentes oficiales a La Unión.
En el lugar actuó el Cuerpo de Bomberos de Lomas de Zamora, Defensa Civil, Emergencias 107, Comando Policial Local y personal de Tránsito, quienes rápidamente montaron un operativo de evacuación.
El martes pasado debieron evacuar el Colegio Sagrado Corazón, ubicado en la calle Antonio Mentruyt 880, cerca del límite con Banfield. Poco después del ingreso de los alumnos del turno mañana, las autoridades recibieron varios e-mails que advertían que una bomba explotaría adentro del establecimiento.
De forma inmediata, se activó el protocolo, se interrumpieron las clases y todos los estudiantes salieron a la calle. Durante aproximadamente dos horas los profesionales revisaron cada rincón del colegio y no encontraron ningún artefacto explosivo. Se había tratado de una broma, que coincidió con otras falsas amenazas en el Conurbano y Capital Federal.
Por el hecho, detuvieron a un adolescente de 16 años tras un allanamiento en una vivienda ubicada sobre la calle Entre Ríos, en la localidad de Martínez, en zona norte, donde además la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro secuestró varios dispositivos electrónicos y armas de fuego. El mismo fue liberado días después por ser considerado "inimputable".
