Fue escribano de Gobierno desde la vuelta de la democracia: su historia

VIVE EN LOMAS. Natalio Etchegaray fue convocado por Raúl Alfonsín para ocupar el cargo. En más de tres décadas vio pasar a siete presidentes.

Natalio fue llamado por Raúl Alfonsín para ocupar el cargo de escribano de Gobierno

Crédito: Eduardo Alfaro.

Natalio fue llamado por Raúl Alfonsín para ocupar el cargo de escribano de Gobierno.

El hombre que vivió la democracia desde adentro de la Casa Rosada. Natalio Etchegaray (93) fue escribano de la Nación Argentina y realizó su labor desde la llegada de Raúl Alfonsín al poder, viendo pasar por el Sillón de Rivadavia a Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández. En el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, Natalio contó su historia y resaltó la importancia de mantener la democracia en el pueblo argentino.

Natalio vivió durante casi tres décadas en Tandil y se crió en el seno de una familia radical. "Me afilié al radicalismo a los 18 años, un movimiento que luego permitió el surgimiento de Raúl Alfonsín como un joven líder", contó quien actualmente vive en Banfield.

"Una vez que me recibí de escribano, mi relación con el partido radical era importante. Juan Carlos Pugliese, que se convirtió en Presidente de la Cámara de Diputados una vez vuelta la democracia, me invitó a su estudio y pude trabajar cinco años junto a él en Tandil", contó y admitió que junto a Pugliese aprendió muchísimo de derecho y de política.

Una vez que me recibí de escribano, mi relación con el partido radical era importante. Juan Carlos Pugliese, que se convirtió en Presidente de la Cámara de Diputados una vez vuelta la democracia, me invitó a su estudio y pude trabajar cinco años junto a él en Tandil.

"Mi primer gran trabajo en la democracia fue ser rector normalizador de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, con epicentro en Tandil. El espacio público se fundó en democracia, pero creció en dictadura, por eso Alfonsín necesitaba una persona de confianza y Pugliese me recomendó", recordó sobre su labor a finales de 1983.

El 15 de abril de 1984, Natalio recibió un llamado que cambió por completo los planes: "Pugliese se comunicó conmigo y me pidió que vuelva a Buenos Aires porque iba a ser escribano general de Gobierno. Él había hablado con Alfonsín y me quería en el puesto".

"Me presentaron al personal en la Escribanía de Gobierno y al día siguiente hice el juramento. Recuerdo que me habían dado dos lapiceras para firmar todo, le pasé una a Raúl Alfonsín y no andaba, entonces él me dijo, entre risas, 'escribano, empezamos mal?", rememoró sobre aquel día.

Me presentaron al personal en la Escribanía de Gobierno y al día siguiente hice el juramento. Recuerdo que me habían dado dos lapiceras para firmar todo, le pasé una a Ricardo Alfonsín y no andaba, entonces él me dijo, entre risas, 'escribano, empezamos mal?

UNA MIRADA DISTINTA

Según Natalio, Raúl Alfonsín tuvo la fortaleza necesaria para encarar los problemas, pero no pudo hacerlo por la falta de una fuerza política. De todas maneras, sentó las bases de la democracia. "Posteriormente llegaron los diez años de gobierno de Carlos Menem, con sus claros y oscuros. Para mí, él fue el presidente con más carácter del país, con una memoria extraordinaria".

"Fernando de la Rúa asumió luego, pero nunca terminó de recibirse de presidente y el tiempo se lo terminó comiendo. Tras el escándalo de su renuncia en 2001, en el Congreso se eligió a Adolfo Rodríguez Saá, que tampoco supo entender lo que era el cargo y lo dejaron solo hasta otra nueva renuncia", contó Etchegaray. "Yo estaba en la Escribanía luego de la renuncia de Rodríguez Saá y me llamaron para que me presente en la Casa Rosada. Llegué y era un desierto, no había nadie, solo dos ministros con quienes acordamos los pasos a seguir para que luego se diera la elección de Eduardo Duhalde para el puesto vacante", dijo.

"Duhalde cumplió un ciclo extraordinario. Con Roberto Lavagna de Ministro de Economía consiguió un período de estabilidad para el país, donde él juro cumplir solamente con el tiempo restante del mandato y que en 2003 haya elecciones nuevamente", sostuvo.

Néstor Kirchner llegó al poder y Natalio lo recordó como "una persona muy tímida". "Él supo hacer las cosas en el cargo y creo que por eso Cristina Fernández ganó las siguientes elecciones, porque el pueblo eligió en su mujer a la persona que era Néstor", resaltó el escribano.

En el repaso democrático, Etchegaray llegó al punto en el que Cristina Kirchner debía entregarle el mando a Mauricio Macri, quien en 2015 ganó las elecciones, aunque entre ambos nunca se lograron poner de acuerdo para hacer el traspaso: "Cristina me llamó el 9 de diciembre de ese año por la noche y me dijo 'escribano, en unas horas dejo de ser presidente así que haga llegar la banda y el bastón' y me entregó los atributos. Volví a la escribanía y ahí me notificaron que Mauricio Macri ya se había mandado a hacer nuevos atributos".

Cristina me llamó el 9 de diciembre de ese año por la noche y me dijo 'escribano, en unas horas dejo de ser presidente así que haga llegar la banda y el bastón' y me entregó los atributos. Volví a la escribanía y ahí me notificaron que Mauricio Macri ya se había mandado a hacer nuevos atributos.

"Hubo una discusión en la cual no se sabía si el mandato de un presidente terminaba el 9 o el 10 de diciembre. La jueza María Servini de Cubría sostenía que era el 9 y yo dije que era el 10, entonces se armó un revuelo y un malestar del gobierno entrante para conmigo. En un diario se decía que me iban a echar y es por eso el mismo 10 de diciembre de 2015 decidí presentar mi renuncia por escrito", detalló.

"La democracia se mantiene, a pesar de las complicaciones. Estuve más de tres décadas como escribano de gobierno y estoy totalmente conforme con mi labor, la mejor tarea que realicé en el cargo fue cuando la Cruz Roja aceptó ocuparse de cotejar el ADN de los soldados de la Guerra de Malvinas con sus familiares y yo era el encargado de controlar ese trabajo", cerró.