Preparan juegos y un almuerzo para cientos de chicos en Santa Catalina
EL 4 DE DICIEMBRE. El merendero Pequeños Gigantes y el grupo "Entre todos sumamos" realizarán una jornada donde leerán cuentos, harán manualidades y compartirán una comida.
El merendero Pequeños Gigantes de Santa Catalina encara diciembre a pura diversión y emoción. Mientras organiza la despedida de año, el próximo 4 de diciembre llevará a cabo un almuerzo y una jornada de juegos para cientos de chicos que asisten cotidianamente a la institución. En esta ocasión, recibirá la ayuda de "Entre todos sumamos", un grupo de amigos solidarios que aportarán su granito de arena para que sea una tarde única, quienes además lanzaron una campaña de recolección de ropa, juguetes y alimentos para destinar al comedor lomense.
La jornada se desarrollará en Ramón Carrillo 3003 desde las 11 de la mañana y finalizará luego del almuerzo, pasadas las 13. "El año pasado hicimos un evento similar y vinieron alrededor de 140 chicos y chicas. Creemos que vamos a contar con la misma cantidad o aún más", estimó Cecilia Ayala, una de las referentes de Pequeños Gigantes.
Vamos a narrar varios cuentos de teatro, realizaremos avioncitos de papel decorados y tenemos preparados varios juegos. Esperamos tener una hermosa jornada con los chicos.
"Vamos a narrar varios cuentos de teatro, realizaremos avioncitos de papel decorados y tenemos preparados varios juegos. Esperamos tener una hermosa jornada con los chicos", dijo Cardenys Rodríguez, integrante de "Entre todos sumamos".
Cardenys explicó que, dentro del grupo "Entre todos sumamos", varios son creyentes y otros no, pero todos tienen ganas de aportar su solidaridad a la causa y compartir "lindos momentos" con los chicos de Santa Catalina. "Todo lo hacemos de buena onda. Lanzamos una campaña de recolección de alimentos, juguetes y ropa en buen estado, que es muy a pulmón, por lo que solicitamos la ayuda de todos", añadió.
Además de comer y tomar algo, los chicos quieren y buscan jugar, sentirse queridos y contenidos. Me encanta ver sus caritas de felicidad con mínimos gestos, eso no tiene precio.
"Estamos muy contentos de habernos cruzado con estos chicos. Cardenys es creyente, como nosotros, entonces sabemos que no es casualidad que trabajemos juntas", conto Ayala, que rápidamente expresó: "Nos sentimos sumamente orgullosos de que puedan venir a nuestro merendero y contar con gente que tiene amor para dar sin pedir nada a cambio".
"Además de comer y tomar algo, los chicos quieren y buscan jugar, sentirse queridos y contenidos. Me encanta ver sus caritas de felicidad con mínimos gestos, eso no tiene precio", concluyó Cecilia, al borde de las lágrimas.