Un año sin Sandy Sandoval: el recuerdo de su hija
ENTRE ROCK Y DIBUJOS. Natalia se refirió al lado más íntimo y familiar del reconocido artista. Lo definió como "un gran contador de anécdotas" y dijo que para él "la amistad era una religión".
Sigue presente, por más de que ya no pertenezca al mundo de los mortales. Hoy se cumple un año del fallecimiento de José "Sandy" Sandoval, un multifacético artista que supo desenvolverse como baterista y cantante de varias bandas, además de demostrar su talento para el dibujo. Natalia Sandoval, su hija, fue la encargada de recordarlo de la mejor manera en este primer aniversario y agradeció a los lomenses por la constante muestra de cariño hacia su papá.
A un año de su partida, el primer recuerdo que se le vino a la mente de Natalia fue que su padre era "un gran contador de anécdotas": "Mi papá solía tener un pool, donde había una máquina expendedora de bebidas. Él solía ponerle 'voces' a ese aparato y la gente le creía. Así cayeron muchas personas, era muy chistoso".
Mi papá solía tener un pool, donde había una máquina expendedora de bebidas. Él solía ponerle 'voces' a ese aparato y la gente le creía. Así cayeron muchas personas, era muy chistoso.
"Sandy" Sandoval nació el 1 de septiembre de 1949 y la música rápidamente se incorporó en su vida como una compañera (era hijo único), rodeado de una familia folklorista.
Pero fueron Los Beatles quienes le trasmitieron su pasión por el rock y por la batería en particular. Gracias a ese amor es que incursionó como batero y cantante de diversas bandas del género, como también de blues y country.
"Yo no toco ningún instrumento, pero solíamos escuchar música juntos. Últimamente se dedicaba al blues y yo no entendía mucho, pero en la década del '80 nos sentábamos al lado de la radio y charlábamos sobre The Police, Queen, grupos en particular y discos que él tenía", rememoró Natalia, quien nació en Capital, pero se siente de Temperley "de corazón".
Tengo un dibujo de mi papá con Marilyn Monroe, que se ilustró a él mismo después de una fiesta en la que coincidieron. Ese es el más representativo.
"En la década de los '90 se me viene a la memoria acompañarlo a alguno de sus shows. Soy consciente de lo que él era para el ambiente del rock y su reconocimiento", admitió su hija.
Pero, además de ser músico, Sandoval era un gran dibujante, con una capacidad asombrosa para los retratos. Varias de esas ilustraciones quedaron en poder de Natalia, que las guarda como lo que son, un tesoro.
Le quiero agradecer a todos los lomenses por las muestras de cariño hacia mi papá, incluso hasta el día de hoy. Las anécdotas y las palabras de afecto, seguramente debe estar muy contento.
"Siempre me dejó ser, nunca fue una persona que me imponía límites", contó Natalia sobre su relación con el Sandy más íntimo, el familiar, aquel que pensaba que "la amistad era una religión". Y reveló que, en los últimos años de vida, su padre descubrió en la política una faceta que jamás había demostrado: "Se subió a la famosa grieta y, a veces, era tozudo para ese tipo de charlas. De todas formas, guardo el mejor de los recuerdos".
"Le quiero agradecer a todos los lomenses por las muestras de cariño hacia mi papá, incluso hasta el día de hoy. Las anécdotas y las palabras de afecto, seguramente debe estar muy contento", cerró Natalia, emocionada.