Lomas: intentó suicidarse y la música lo salvó de la depresión

Abel Aguirre es un vecino lomense que se presentó como un artista urbano muy versátil, ya que actualmente tiene una banda que combina el trap y el reggaetón con el rock. Pero su historia de vida es digna de ser contada, con momentos oscuros que debió atravesar, a tal punto de querer quitarse la vida y salvarse de milagro. "Corrí por el andén, me tiré abajo del tren y, por cosas del destino o de Dios, aparecí del otro lado de la vía", dijo. Hoy en día, su familia es un sostén primordial y la música es el canal que eligió para trasmitir todo lo que vivió y ayudar al que esté pasando por una situación similar.

El camino de Abel comenzó junto a su padre, con quien formó un dúo de reggaetón llamado L.A: "Fuimos una de las primeras bandas de Argentina y gracias a eso estuvimos en varios canales de televisión". Con ese estilo de música, lo que querían inculcar en la sociedad eran los valores como el respeto a la familia y a la mujer, como así también la no violencia.

En 2013 me sentía sin ganas de nada y a los 23 años decidí quitarme la vida. Corrí por el andén, me tiré abajo del tren y, por cosas del destino o de Dios, aparecí del otro lado de la vía, con la formación yéndose a mis espaldas. Eso me marcó y me cambió para siempre.

Pero, sin dudas, uno de los momentos que más afectó a Aguirre fue la separación de sus padres. "Mi papá cayó en las drogas y se disolvió nuestro dúo", rememoró Aguirre que, debido a ese episodio, cayó en depresión. Inmediatamente, siguió con el relato: "En 2013 me sentía sin ganas de nada y a los 23 años decidí quitarme la vida. Corrí por el andén, me tiré abajo del tren y, por cosas del destino o de Dios, aparecí del otro lado de la vía, con la formación yéndose a mis espaldas. Eso me marcó y me cambió para siempre".

VOLVER A EMPEZAR

En 2015, Aguirre se encontró con su padre en una plaza. Cuando se vieron, se fundieron en un abrazo. Los rencores quedaron atrás y las palabras sobraron en ese momento muy emotivo para ambos, lleno de felicidad y lágrimas. "A partir de eso, recompusimos el vínculo y toda la familia se lleva bien", dijo.

"Todo eso que me pasó fue el puntapié para sobreponerme. Me acerqué a la iglesia y formé una banda llamada La Potencia Real, con quienes fusionamos varios géneros", reconoció Aguirre, quien ya sacó tres discos a lo largo de su carrera: "Antiviral" (2017), "Invasión mundial" (2019) y "Fuego en mi boca (2020), todos subidos a las redes sociales y las distintas plataformas, como Spotify y YouTube.

La música y mi familia tienen un valor importantísimo para mí porque me ayudaron a salir de la depresión y a no caer en la droga.

A Abel, que es el cantante, lo acompañan "Charly" Rivera en el bajo, Matías Medina y Mario Pacheco en guitarras y Diego Tijera a cargo de la batería. "Todos los temas que hacemos son propios. Muchos tienen un trasfondo de conciencia y otros en forma de agradecimiento, como la canción que le hice a mi mamá que se llama 'La mejor madre del mundo'", acotó el lomense de 32 años.

"La música y mi familia tienen un valor importantísimo para mí porque me ayudaron a salir de la depresión y a no caer en la droga", dijo Abel. Su esposa y su hija de tres años son el fiel reflejo de superación y su sostén a diario.

Ojalá que mi historia de vida y de superación sirva para aquel que se encuentra en una situación similar. Siempre hay solución, por más difícil que parezca.

Hoy en día, Abel está muy comprometido con la sociedad a la hora de subirse a un escenario y junto a su banda se acercan a los barrios más necesitados para hacer eventos (con protocolos) y charlas, con el objetivo de trasmitir "la seguridad de que con ganas y esfuerzo se puede salir adelante". Además, en su estudio de grabación, ayudan a los artistas que recién comienzan para que puedan tener un espacio para ensayar y grabar a un precio económico.

"Ojalá que mi historia de vida y de superación sirva para aquel que se encuentra en una situación similar. Siempre hay solución, por más difícil que parezca", concluyó Aguirre.