Dan apoyo escolar gratuito: "Los motivamos para que no dejen el colegio"

SOLIDARIDAD. Todos los sábados, en el Merendero Pequeños Gigantes, ayudan a chicos y adolescentes de Santa Catalina a estudiar y hacer la tarea.

El Merendero Pequeños Gigantes apuesta permanentemente al bienestar de los vecinos de Santa Catalina y ahora su objetivo está enfocado en mejorar la educación de los chicos y adolescentes: los sábados, de 13 a 17, dan apoyo escolar gratuito, tanto para los que asisten a la escuela primaria como a la secundaria. Tres docentes y una asistente ponen todo su amor, contención y vocación para ver progresar a los nenes y nenas, con la intención de que puedan tener un futuro mejor.

Divididos en burbuja, un total de 30 chicos y chicas podrán recibir la colaboración de tres docentes.

Cecilia Ayala, quien junto a su hermana Gabriela está al frente de la institución solidaria, se mostró muy contenta por la vuelta de las clases presenciales y de esta posibilidad de apoyo escolar en las instalaciones del merendero, ubicado en Rincón 3003: "Los profesores ayudarán a los chicos en sus tareas cotidianas y repasarán los temas que se ven a lo largo de la semana. Son unos 30 chicos divididos en burbujas".

Es esencial la compañía de un mayor para que ellos progresen y no se frustren ante algún problema que se les presente.

Fátima Montania (historia), Mariel Recalde (historia), Matías Ruíz Díaz (matemática) y Gabriela Gómez (asistente) son los voluntarios que están todos los sábados en Pequeños Gigantes para ayudar a los chicos en sus tareas y estudios. "Es esencial la compañía de un mayor para que ellos progresen y no se frustren ante algún problema que se les presente", explicó Fátima acerca de su manera de trabajar, que inmediatamente aclaró que, a pesar de no ser docentes de las demás materias, también ayudan "en Naturales y hasta en Inglés".

"Nosotros y los profesores apoyamos permanentemente a los chicos, los motivamos para que estudien y no dejen de ir a la escuela. Nos pasó de tener nenes en el merendero que no sabían escribir, entonces este trabajo gratuito es fundamental", dijo Cecilia.

La repercusión no se hizo esperar: rápidamente se agotaron los cupos para cada una de las burbujas, lo que generó una felicidad en todos los que llevan a cabo esta labor solidaria.

Que la juventud tenga acceso a la educación para que puedan crear su propio pensamiento y así intentar lograr sus sueños o proyectos es lo que realmente importa. La escuela es el camino para tener un futuro mejor.

La docente lomense y el resto de los profesores saben muy bien de las necesidades y el contexto en el que desarrollarán la actividad, pero no pierden de vista el eje y la meta del proyecto: "La educación es una base fundamental, sin descuidar la salud ni el contexto de pandemia".

"Que la juventud tenga acceso a la educación para que puedan crear su propio pensamiento y así intentar lograr sus sueños o proyectos es lo que realmente importa. La escuela es el camino para tener un futuro mejor", finalizó Cecilia.