Murió Raffaella Carrá, un mito italiano
adiós a una grande. La cantante, actriz y presentadora falleció a los 78 años y la noticia fue confirmada por su pareja de los últimos años.
La cantante, actriz y presentadora Raffaella Carrá, icono de la televisión italiana y responsable de éxitos como "Hay que venir al sur", falleció este lunes a los 78 años, anunciaron desde su entorno.
"Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre", dijeron las fuentes, según consignó la agencia Ansa.
Una muerte muy inesperada que ha causado una enorme conmoción internacional, pues era una figura muy querida no solo en Italia sino en otros países como España. La gran estrella llevaba enferma una larga temporada, pero se desconocía esta circunstancia, por lo que la noticia causó aún un impacto mayor. Los principales periódicos italianos llevan ya su deceso en sus portadas digitales.
"Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre". Con estas palabras su pareja, Sergio Japino, anunciaba la muerte de la artista uniéndose al dolor de los adorados sobrinos Federica y Matteo, de Bárbara, Paola y Claudia Boncompagni, de amigos de toda la vida y colaboradores más cercanos.
Fue una gran amiga de Diego Maradona, habitué de la Argentina dejó como slogan sudamericano "para hacer bien el amor hay que venir al sur".
Esta canción sufrió la censura en la Argentina y se reemplazó "amores" por "amantes" y "para hacer bien el amor" por "enamorarse".
La cantante y conductora tuvo una relación de apego con Argentina, país en el que tuvo un éxito inconmensurable desde fines de los 70 y todos los 80.
Raffaella Maria Roberta Pelloni nació el 18 de junio de 1943 en una familia de clase media de Bolonia. Descubrió su vocación en su infancia y a los ocho años comenzó a estudiar en la Academia Nacional de Danzas. Un tuvo un pequeño papel en la película "Tormento del passato" y desde entonces no paró de estudiar con la idea de convertirse en una estrella.
Ya en la década del 60 tuvo sus primeros papeles importantes en cine en "La lunga notte del 1943" (1960) y "I compagni" (1963). Dispuesta a conquistar el mercado cinematográfico más importante, al igual que otras compatriotas como Sofía Loren, en 1965 se instaló en Hollywood para probar suerte.
Su paso por Estados Unidos fue corto pero efectivo. Trabajó junto a Frank Sinatra en "El expreso de Von Ryan" (1965) y participó de la exitosa serie "I Spy", de Bill Cosby y Robert Culp, pero extrañaba la cercanía y el trato con el público latino, motivo por el que decidió volver a su país y encarar su carrera de otra manera.
El cine no había cumplido con sus expectativas, motivo por el que se animó a dar sus primeros pasos como actriz de televisión. Y en la década de 70 sacó a relucir su perfil de conductora, que la terminó llevando a la cima. Con el pelo rubio y corto, vestuarios extravagantes, Raffaella siempre se caracterizó por ser una transgresora.
Llevaba un tiempo al frente de "Canzonissima", un show nocturno en el que se desempeñaba como actriz y bailarina, cuando tomó notoriedad en toda Italia por salir en televisión abierta luciendo un atuendo que dejaba a la vista su ombligo, algo poco habitual en la época. Y sus canciones "Tuca Tuca" y "A far l'amore comincia tu" generaron controversia por su contenido sexual. Y en proporción a la indignación del público italiano más conservador, los jóvenes y televidentes de otros países comenzaron a identificar a la artista como una referente de la libertad, en todo sentido.
Así fue cómo, luego de aparecer en el programa español "¡Señoras y señores!" tomó más notoriedad en el público hispanohablante y se animó a lanzar una compilación de sus canciones más populares cantadas en español. Su trabajo fue tan bien recibido que la Televisión Española le ofreció tener su especial "La hora de Raffaella Carrà". Y con semejante éxito, en 1978 viajó por primera vez a América Latina. Recorrió los programas de televisión más importantes, llenó estadios con su música y se ganó para siempre el corazón su público en gran parte del continente.
Ese mismo volvió a la conducción en Italia con "Ma che sera" y redobló la apuesta con la apertura de su show, que llevaba el mismo nombre y tenía un claro mensaje sexual y totalmente revolucionario. Y en 1983 llegó el mayor éxito su carrera con "Pronto, Raffaella?", un programa de entretenimientos que iba al mediodía y proponía diferentes juegos con los televidentes y concursos telefónicos. Tan innovador y exitoso fue el formato que fue tomado como referencia para grandes producciones y en la Argentina lo llevó adelante nada menos que Susana Giménez, quien se convirtió en "la diva de los teléfonos" por el ciclo "Hola, Susana".