La plaza Espora, otro de nuestros espacios verdes, por Sergio Lapegüe

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En estos días de verano es vital tener un espacio verde cerca donde poder frenar a descansar y escaparle al calor. En Temperley, a pasitos de la estación, está la plaza Espora. Es cierto: no será la más grande ni la más arbolada del Partido (y tiene al enorme parque Finky a muy pocas cuadras), pero la plaza de Temperley es un buen punto para que los que están de paso, yendo y volviendo al trabajo, puedan sentarse a refrescarse cinco minutos. Todos los amigos de La Unión alguna vez le han pasado cerca pero… ¿conocen su historia?

Corría octubre de 1870 cuando el pionero británico Jorge Temperley hizo el primer loteo de los terrenos de la zona. El nuevo pueblo, como era de esperar, se llenó de sus compatriotas.

La estación fue construida por las autoridades del ferrocarril una década más tarde, en 1880, lo que generó la necesidad de hacer muchas obras para adecuar semejante progreso urbano a los nuevos vecinos.

Años después, entonces, se levantaron dos puentes carreteros ubicados uno entre las calles Avellaneda y 14 de Julio y el otro entre la avenida 9 de Julio y la avenida Pasco, actual Eva Perón.

En la década del 20, una de las mejores en la economía argentina en el siglo pasado, miles de inmigrantes europeos que escapaban de las dramáticas secuelas de la Primera Guerra Mundial terminaron en nuestras tierras, buscando un poco de tranquilidad para sus familias.

Ése fue el último impulso para la fundación de una institución cultural llamada Juan Bautista Alberdi, que gestionó ante el Ferrocarril del Sud la creación de espacio común para la comunidad. Tras los trabajos en el terreno, la plaza comenzó a tomar forma del lado Oeste de la estación y el primer nombre que tuvo fue Ministro Canning. Recién en 1933 la Municipalidad de Lomas la rebautizó como plaza Espora.

El cambio se decidió en homenaje al coronel Tomás Espora, de heroica trayectoria en la Armada, donde peleó al lado del almirante Guillermo Brown en el Río de la Plata. Espora también acompañó a Hipólito Bouchard en la flota de guerra con que el general José de San Martín liberó al Perú.

En 1979, el Museo Naval Tomás Espora donó el busto que actualmente se encuentra en la plaza. Aunque no impresione, la de Temperley es muy bien aprovechada por muchos vecinos, en especial los más jóvenes.

De hecho, quien pase por la Espora algún domingo a la tarde seguramente se encontrará con alguna banda tocando sus canciones, con una comparsa ensayando los ritmos murgueros o con algún show de títeres.

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