Varias personas permanecían desaparecidas en San Pablo, luego del incendio y derrumbe de una torre abandonada en el centro que era ocupada de forma irregular por 90 familias. Se esperan más víctimas.
Unos 200 bomberos trabajaban intensamente para controlar el fuego que se inició en la madrugada, a la 1.20, en el quinto piso de una antigua instalación de la Policía Federal sobre el Largo do Paissandú, cerca de la Plaza de la República, el Teatro Municipal de San Pablo y la Galería do Rock.
Las llamas se expandieron rápidamente para los niveles superiores y también para los edificios lindantes, uno de ellos la centenaria Iglesia Evangélica Luterana de San Pablo, que quedó semidestruida. Aunque el incendio ya había sido controlado esta mañana, bomberos, policías y personal de Defensa Civil trabajaban con perros entre los escombros en busca de posibles sobrevivientes.
"La experiencia señala que no es fácil encontrar alguien con vida", dijo el vocero del Cuerpo de Bomberos, Marcos Palumbo, quien informó que al menos un hombre murió cuando estaba por ser rescatado y la estructura del edificio de 24 pisos se derrumbó a las 2.30.
Toda la zona fue cerrada al tránsito. Hubo correrías mientras los residentes de otros edificios eran evacuados y los propietarios de negocios cercanos intentaban salvar sus mercaderías.
Según las autoridades y vecinos, el edificio que se derrumbó estaba abandonado desde hacía varios años pero era ocupado irregularmente por un centenar de personas; la mayoría fue rescatada.