El trabajo del cartero y la relación afectiva con los vecinos

Entre cartas y postales, Carlos Pérez sale a recorrer las calles de Villa Galicia y Villa Hipódromo. Con su bicicleta, realiza el mismo circuito hace 12 años y la experiencia como cartero le permitió vivir momentos que jamás se le borraron de la mente, como saludos entre familiares, escritos de amor y hasta algunas cartas documento. El encargado de la correspondencia contó cómo es su trabajo, algunas anécdotas y la importancia de hablar con los vecinos, más aún en medio de la pandemia y con la llegada de diciembre, un mes repleto de emociones.

"Mi día arranca a las siete de la mañana. El recorrido empieza en la calle Chiclana y después voy por Cerrito hasta Roldán. Ahí tomo Pedernera para llegar a Lugano y a las inmediaciones de la cancha de Banfield. Es bastante amplio", detalló el cartero Carlos Pérez, de 48 años, quien se encarga de repartir todo tipo de cartas, documentaciones y postales a los lomenses.

Mi día arranca a las siete de la mañana. El recorrido empieza en la calle Chiclana y después voy por Cerrito hasta Roldán. Ahí tomo Pedernera para llegar a Lugano y a las inmediaciones de la cancha de Banfield. Es bastante amplio.

Carlos trabaja en la zona desde 2008 y sabe que diciembre es un mes especial, plagado de recuerdos, emociones y deseos para lo que viene. Su labor le permite sentir o captar lo que le pasa al vecino que se encuentra del otro lado de la reja, sobre todo en medio de una pandemia mundial.

"Las fiestas de este 2020 vienen con mucha esperanza. Los saludos y deseos con las postales se siguen utilizando, no tanto como antes debido al avance de la tecnología, pero para estas fechas siempre me toca repartir algunas", dijo Pérez, que rápidamente admitió que es de hablar mucho con los vecinos, ya que "diciembre es un mes en donde la gente está más sensible que de costumbre".

ANÉCDOTAS

Carlos hizo una pausa, como cuando para en cada casa, y miró el recorrido hecho a lo largo de estos 12 años como cartero de la zona. Los recuerdos y anécdotas aparecieron instantáneamente en su cabeza y se dispuso a contar algunos: "Me pasó que, mientras tenía que repartir alguna carta, me cruzaba con gente que había perdido a un ser querido. Me contaban lo que había pasado y se largaban a llorar enfrente mío". En esos momentos, para Carlos, la relación cartero-vecino se vuelve más unida que nunca.

Me pasó que, mientras tenía que repartir alguna carta, me cruzaba con gente que había perdido a un ser querido. Me contaban lo que había pasado y se largaban a llorar enfrente mío.

Además, Carlos tuvo el privilegio de actuar como intermediario en una historia de amor: "Llevé una carta que era de un chico para una chica. Un escrito que parecía bastante extenso, bien armado y hasta con perfume. Me quedé con la intriga de no saber qué pasó con esa historia".

Así como atravesó momentos felices, también fue testigo de secuencias incómodas: "Dos familiares que vivían en el mismo terreno se mandaban carta documento entre sí y yo debía entregárselas, con ambos presentes".

Las fiestas de este 2020 vienen con mucha esperanza. Los saludos y deseos con las postales se siguen utilizando, no tanto como antes debido al avance de la tecnología, pero para estas fechas siempre me toca repartir algunas.

La pandemia provocada por el Coronavirus afectó a muchísimas personas y al entorno de Carlos. Ya no ve con la misma frecuencia a sus compañeros de trabajo y nota la angustia de los vecinos. Además de su oficio como cartero, Pérez es artista clown: tiene una compañía artística en Avellaneda, pero debido a la cuarentena no pudo ejercer su labor en los teatros.

"Encontré un montón de gente que la pandemia les cambió la vida. Algunos vecinos de mi recorrido fallecieron y eso es lo más triste, pero otros atravesaron la enfermedad y se recuperaron. Es un año que no vamos a olvidar, que nos dejó muchas enseñanzas. Deseo que el 2021 venga totalmente renovado", concluyó.