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El juicio oral y público contra el excomisario Héctor Amarilla ya tiene fecha

Después de dos postergaciones.

Será el 1 de septiembre en los Tribunales de Lomas de Zamora. La familia del joven asesinado por el expolicía espera que sea condenado a cadena perpetua. "Esto es lo que necesito para que Nicolás tenga un poco de paz", dice Anahí Vázquez, su hermana.

A Anahí Vázquez la cabeza le da mil vueltas desde que la semana pasada se enteró de que el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Lomas de Zamora fijó para el próximo 1 de septiembre la fecha de inicio del juicio oral y público contra el excomisario Héctor Alejandro Amarilla.

Se pregunta cómo va a hacer para enfrentarse cara a cara con el asesino de su hermano, qué es lo que va a declarar ante los jueces, repasa los hechos, relee expedientes, hojea cuadernos y vuelve a vivir una y otra vez momentos de mucho dolor, mucha angustia.

Pero algo le da fuerzas, la búsqueda de Justicia. "Siento que después de 7 años estamos más cerca, esto es lo que necesito para que Nicolás de una vez por todas tenga un poco de paz", afirma. "Para mi familia esto es muy difícil, tenemos que lograr una condena", dice.

En 40 días, el exjefe de la comisaría N°2 de Lanús deberá sentarse en el banquillo de los acusados. Será juzgado por “homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por alevosía”, y por haber abusado de sus funciones debido a que cuando acribilló a Nicolás Vázquez en 2013 a sangre fría era miembro de una fuerza de seguridad.

El juicio oral se postergó en dos oportunidades. La primera en octubre de 2019 porque el Tribunal no había llegado a notificar a todos los testigos. Y la segunda este año debido a que la pandemia del Coronavirus paralizó toda actividad programada en los Tribunales.

Según pudo saber La Unión, hasta ahora el debate será presencial. A ninguna de las partes le notificaron la posibilidad de que se realice por videoconferencia ni los protocolos que se van a aplicar. "No creo que vaya a cambiar nada", confía Anahí, pero se mantiene alerta.

La familia del joven de 18 años pedirá que a Amarilla le den cadena perpetua. "Yo voy por todo, por la pena máxima. Nosotros tenemos pruebas muy contundentes de que él es un asesino, pero ahora lo tiene que condenar el Tribunal", insiste la hermana de Nicolás.

Para la mujer, Amarilla "es un asesino en potencia". "Más allá de lo que le pasó a mi hermano, este tipo tiene seis asesinatos más como integrante de la fuerza. Si la Justicia hubiese actuado en el primer caso, mi familia y yo no estaríamos pasando por esto", dice.

"este tipo tiene seis asesinatos más como integrante de la fuerza. Si la Justicia hubiese actuado en el primer caso, mi familia y yo no estaríamos pasando por esto"

El 25 de septiembre de 2013 Nicolás Vázquez ingresó a un negocio de ropa ubicado en la calle 9 de Julio y se probó tres remeras, la última no se la sacó. Cuando sonó la alarma empezó a correr y el comisario Amarilla, que hacía adicionales como custodio, lo persiguió dos cuadras y lo fusiló de un tiro aunque el joven se había rendido y no portaba un arma.

Desde un principio, la versión de la Policía fue que se había tratado de un tiroteo. Mientras, varios testigos del hecho aseguraron que solamente el comisario había disparado. El registro de las cámaras y los peritajes balísticos derrumbaron la coartada del comisario.

Cercado por la Justicia, el expolicía se dio a la fuga y se escondió en Paraguay durante más de cinco años. En febrero de 2019 fue capturado por la Gendarmería en la localidad de Rafael Calzada, cuando volvió a visitar a su hija que acababa de ser mamá.

Anahí esperó tanto para encontrar justicia que vive estos días con mucha ansiedad. "Se me junta todo, el dolor, los nervios, el volver atrás, el pensar que lo voy a ver (a Amarilla) ahí sentado como si fuera un santo. Pienso en mi vieja y en las las barbaridades que seguro vamos a tener que escuchar, porque a Nico lo catalogaron como un delincuente", explica.

Desde que la Justicia fijó la nueva fecha pasa sus horas preparando el juicio. Este martes, por ejemplo, llegó del trabajo y se puso a repasar el expediente. Días atrás habló con su abogada para asegurar la presencia de los principales testigos. "Yo estoy muy segura de todo, pero quiero asegurarme que de una vez por todas se acabe la impunidad", insiste.

"Desde aquel 25 de septiembre, cuando yo encuentro a mi hermano en la morgue, me tuve que aguantar de todo. Que me amenazaran, que me persiguiera la policía, tuve que caminar por la calle mirando para todos lados y esto no puede quedar así, Amarilla tiene que terminar tras las rejas, porque le quitó la vida a un pibe de 18 años", aseguró.

"Si vos sos policía y hay un pibe cometiendo un delito, lo tenés que agarrar y detenerlo para que lo evalúe un Tribunal. Y si el Tribunal decide condenarlo, que lo condene. Ahora, vos, como policía, no tenés derecho a quitarle la vida a nadie, porque a Nicolás le disparó cuando él había levantado sus manos, como si su vida no valiese nada", cer

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