REPASO Durante el año hubo una gran cantidad de incidentes de tránsito, vuelcos y arrollamientos, muchos de ellos con víctimas fatales.
A continuación, un repaso de los choques, vuelcos y siniestros viales más impactantes del año que acaba de terminar.
El 5 de febrero, un Peugeot 2008 y un Chevrolet Corsa protagonizaron un terrible choque en el cruce de la avenida Hipólito Yrigoyen y Las Heras, donde limitan las localidades de Banfield y Lomas. Según se pudo reconstruir, el Corsa fue tocado desde atrás por el otro vehículo, perdió la estabilidad, chocó contra el cantero central y terminó volcado sobre la avenida, con varias roturas. Milagrosamente no hubo heridos.
Dos días más tarde, hubo dos siniestros viales que casi terminan en tragedia. En la mañana del 7 de febrero, una Mercedes Sprinter perdió el control y se incrustó contra una vivienda en la esquina de las calles Joaquín V. González y Riobamba, en el barrio Villa Galicia de Temperley. Según testigos, la camioneta intentó esquivar a un Peugeot 206, perdió el control, se subió a la vereda y chocó violentamente contra la pared de la casa. El impacto rompió la estructura y dejó un importante agujero. Increíblemente, nadie salió lastimado.
Esa misma noche, un conductor alcoholizado atropelló a tres agentes de Tránsito Lomas que se encontraban trabajando sobre Camino Presidente Juan Domingo Perón -ex Camino Negro- y Baradero, en el límite de Ingeniero Budge y Villa Fiorito. Tras arrollarlos, chocó contra una camioneta del personal. Dos agentes sufrieron heridas graves en la cabeza y un miembro de la Delegación Fiorito terminó con una pierna fracturada por el fuerte impacto.
Ya en el mes de abril, un hombre murió al perder el control de su moto y chocar en una curva peligrosa de Camino Negro, en Budge. En el rodado iba con dos acompañantes. Tras perder el equilibrio, terminaron chocando contra el guardarrail. Los tres sujetos cayeron de la moto y la peor parte del impacto se la llevó el conductor, quien falleció en el acto debido al fuerte golpe que sufrió en la caída.
El 15 de mayo, Camino Negro volvió a ser escenario de un grave choque. Un camión de carga tuvo que estacionar sobre la autopista por un desperfecto mecánico y fue impactado desde atrás con mucha violencia por una camioneta. Dos personas quedaron atrapadas dentro de la cabina y debieron ser rescatadas y hospitalizadas, y una de ellas fue trasladada en grave estado.
Poco después, el 21 de mayo, un joven murió tras ser atropellado por el tren en el paso peatonal que conecta las calles Francisco Portela y Pedernera, en Lomas. Según informaron fuentes oficiales a La Unión, la persona fallecida era un joven de 29 años, quien perdió la vida en el acto tras pararse delante del tren.
El 7 de junio, el sargento Emanuel Guzmán, del Comando de Patrullas de Lomas, murió al perder el control de su moto y chocar contra el guardarrail en Camino Negro y Virgen de Itatí. Junto a él viajaba su compañero, quien resultó gravemente herido.
Ya en el mes de julio, un grave accidente le dejó una secuela de por vida a una jubilada de 74 años. Cuando bajaba de un colectivo en las inmediaciones de la estación de Turdera, puso un pie en la vereda y el chofer cerró la puerta y arrancó, arrastrándola unos metros. Por las graves heridas, tuvieron que amputarle una pierna.
En agosto, otro motociclista falleció en un siniestro vial. La víctima fue un hombre de 43 años que fue embestido por un colectivo de la línea 266 en Ayacucho y Almirante Brown. El chofer giró imprudentemente y chocó a la moto que iba en dirección hacia Banfield. El impacto fue tan fuerte que el motociclista murió en el lugar.
El 11 de septiembre hubo un nuevo arrollamiento fatal en las vías de la Línea Roca. Ocurrió en el cruce peatonal de la calle Uriburu, en el límite de las localidades de Turdera y Adrogué. Un hombre fue atropellado fue una formación que provenía de Ezeiza y que se dirigía hacia la terminal de Plaza Constitución.
A fines de octubre, el centro de Lomas fue escenario de una tragedia en la esquina de Carlos Pellegrini y Mariano Boedo. Por ahí cruzaba una señora de 83 años llamada Ana María, quien fue embestida por un colectivo de la línea 318. La mujer quedó tirada sobre el asfalto y perdió mucha sangre debido al fuerte golpe que recibió. Una ambulancia del servicio 107 de Emergencias Lomas la trasladó al Hospital Gandulfo, pero no pudieron salvarle la vida.
El mes de noviembre tuvo dos arrollamientos fatales en Banfield, en las vías de la Línea Roca. El primero ocurrió el día 3 en el cruce peatonal que conecta las calles Cabrera y Godoy Cruz, donde un hombre fue embestido por una formación que venía desde Remedios de Escalada. El otro accidente tuvo lugar el sábado 12, en el paso a nivel de Larrea-Melo, y tuvo como víctima a una mujer. Se desconoce si intentaron suicidarse o si cruzaron de manera imprudente.
A fines de noviembre, un camión fuera de control protagonizó una serie de choques en el barrio Santa Catalina, donde provocó múltiples destrozos y se fugó a toda velocidad. Primero impactó de frente contra una columna de una casa que quedó con riesgo de derrumbe. Lejos de detenerse, continuó su marcha, chocó un auto estacionado en la vereda y embistió un poste de luz. Los vecinos de la cuadra tuvieron que colocar cinco puntales de hierro para evitar que se desplome una losa afectada por el terrible impacto del vehículo.
El último accidente grave ocurrió el 11 de diciembre por la tarde sobre Camino de la Ribera Sur, a metros de la terminal de la empresa de colectivos DOTA. La colisión involucró a un camión Iveco y a una motocicleta Motomel Triax con dos jóvenes a bordo. El impacto provocó la caída de los dos muchachos y tuvo un desenlace fatal: el joven que iba como acompañante se golpeó la cabeza contra el asfalto y murió en el acto.