Gabriel Pereyra, el pibe al que Salomón le cambió la realidad

Iban 37 minutos del segundo tiempo cuando el entrenador Sebastián Salomón miró al banco de suplentes, llamó a Gabriel Pereyra y le dijo 'vas a entrar'. Ahí, el joven defensor de 21 años supo que su sueño, ese por el que había luchado por años, se iba a cumplir. Cuando ingresó en lugar de Matías Vera, se dio cuenta que todo el esfuerzo valió la pena y tuvo su merecido premio en el triunfo de Los Andes ante Talleres de Escalada.

Oriundo de Loma Verde y con 10 años en el club, Pereyra tuvo que pelear bastante para llegar a este día soñado. Y mucho tuvo que ver Salomón para que el deseo se concrete en realidad. El entrenador no sólo lo hizo debutar, sino que además lo subió a primera y le dijo a la dirigencia que le hagan contrato cuando el lateral por izquierda creía que su vida estaba alejada del fútbol.

"Sebastián (Salomón) cumplió un rol muy importante, es el técnico que me dio la oportunidad de firmar mi primer contrato cuando tenía edad para quedar libre y siempre le estaré agradecido. Él me ayudó mucho en esta etapa", contó el lateral, el cuarto debutante del ciclo del "Turco".

Hasta ese momento, la única vez que Pereyra había tocado primera había sido en el ciclo de Germán Cavalieri, pero rápidamente fue bajado a Reserva. Ahí, con 20 años y en medio de la pandemia, vio como todo parecía derrumbarse. Pero no bajó los brazos. Y cuando lo llamaron para presentarse este año en Reserva, lo volvió a intentar y concretó su anhelo: contrato como profesional y debut en primera.

"Cuando uno tiene edad de libre, piensa en dejar y ponerse a trabajar, y ahí es importante no bajar los brazos. Y yo lo pensé. Cuando me llamaron, dudé en no presentarme y dejar el fútbol, pero lo charlé con mis viejos, también con mis hermanos y mi novia, y todos me dieron fuerzas para que continúe. Ellos no me dejaron que me rinda y gracias a Dios se dio todo a favor", comentó el lateral del Milrayitas, a quien le gusta pasar mucho al ataque y tiene como referentes a Milton Casco y Frank Fabra.

Estoy cumpliendo un sueño por el que vengo peleando hace años y eso me pone muy contento

Y sobre este 2021 vertiginoso, este joven que también trabaja en una carnicería con su padre amplió: "A los días de entrenar en Reserva, hicimos una práctica fútbol con un combinado de jugadores libres y Salomón estuvo ahí. Después de eso, nos llamó para hacer fútbol en la pretemporada en Cañuelas y me convocó para entrenar con primera. Por suerte, ya en el plantel, pude participar de todos los amistosos y cuando terminó la preparación me dijo que iba pedir que me hagan contrato. Fue algo hermoso".

Ése, justamente, fue el primer paso en un año que quedará marcado para siempre en la memoria de Pereyra. Y no es para menos. De estar casi afuera del club, en pocos meses consiguió grandes objetivos y por eso lo vive con gran emoción.

"Todo esto es muy lindo, es algo especial, una bendición de Dios. Estoy cumpliendo un sueño por el que vengo peleando hace años y eso me pone muy contento", cerró Pereyra, el pibe que no bajó los brazos y hoy tiene su merecido premio.