El hombre detrás de una de las avenidas más conocidas de Lomas
DE PUÑO Y LETRA. ¿De dónde salió el nombre de Meeks? Un adelanto: fue un vecino pionero en el negocio de los estudios de fotografía.
Hola, amigos de La Unión. Qué lindo volver a encontrarnos. Les cuento que cada día que pasa me siento mejor. Es una felicidad ver el avance en mi recuperación y una verdadera bendición ver la luz del día. Más hermoso todavía es disfrutarlo con la familia.
Aunque el Covid deja sus secuelas, no tengo dudas de que las voy a ir superando con tranquilidad. Todo a su tiempo. Paso a paso y sin apuro.
El otro día, de regreso a casa después de una visita más al médico, agarré Meeks, una de las avenidas más conocidas de Lomas de Zamora. Y seré curioso, me puse a pensar: ¿De dónde sale ese nombre?
Es que Yrigoyen, San Martín, Belgrano, Saavedra, Pellegrini, French, Alvear y Eva Perón, nombres de otras de las calles importantes de la zona, son mucho más reconocibles para cualquier argentino. De hecho, esos apellidos se repiten en calles de todo el país.
Aunque suene increíble, en esa época existían muchos problemas de comunicación entre Lomas y Temperley, por lo que Francisco decidió cederle al municipio un sendero paralelo a las vías del ferrocarril que pertenecía a su quinta.
A lo nuestro: Francisco José Meeks nació en 1859, en una familia de inmigrantes británicos de muy buen pasar económico. Su papá, Francis, había llegado a la Argentina en 1840 y fue pionero en el negocio de los estudios de fotografía. Francisco, siempre rebelde, decidió dedicarse en principio al negocio ganadero y se instaló en la quinta Paradise Grove de Lomas. Antes de cumplir los 30 años, el joven ya era una de las personalidades más destacadas de la zona y por eso llegó a ser nombrado tesorero de la Municipalidad en enero de 1885. Si bien renunció a su cargo un mes después, al año siguiente fue electo presidente del partido.
Aunque suene increíble, en esa época existían muchos problemas de comunicación entre Lomas y Temperley, por lo que Francisco decidió cederle al municipio un sendero paralelo a las vías del ferrocarril que pertenecía a su quinta. Polémico, audaz, con temperamento fuerte y un estilo de conducción muy personalista, Meeks se terminó enfrentando con varios miembros del Concejo Municipal al poco tiempo de su asunción y no le quedó otra que renunciar.
El problema es que al momento de su salida, la calle en cuestión todavía no había sido abierta. El ganadero, entonces, propuso ceder 17 metros de ancho del sendero y financiar por su cuenta el adoquinado al frente de su quinta, corriendo el resto a cargo de los vecinos y la comuna. Su única condición fue que el nuevo sendero llevara su apellido. Y así fue como nació la primera calle adoquinada del distrito, que desde entonces, todos los sábados, fue el lugar de paseo obligado entre Lomas y Temperley. Hoy es una de las calles más importantes del centro comercial del partido.
El protagonista de nuestra historia de hoy murió a los 87 años, en 1946, hundido en la pobreza por sus malas decisiones económicas. Su legado sigue vigente.