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Alumnos del Sagrada Familia de Banfield ganaron la Olimpíada de Matemática

POR CUARTO AÑO. Los estudiantes obtuvieron el primer premio en las dos categorías del certamen organizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Lomas.

Los alumnos junto a los profesores luego de haber triunfado en la 16º Olimpíada de Matemtica

Los alumnos junto a los profesores, luego de haber triunfado en la 16º Olimpíada de Matemática.

Por cuarto año consecutivo, estudiantes del Colegio Sagrada Familia de Banfield obtuvieron el Primer Premio en la categoría "Trabajo Colaborativo" de la 16º Olimpíada de Matemática del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la Provincia de Buenos Aires, organizada por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas.

En esta edición, los equipos debían elaborar una producción original sobre el eje "Inteligencia Artificial y algoritmos: ¿Pura matemática? ¿Más matemática?", integrando saberes científicos y tecnológicos con la matemática.

El colegio ubicado en Pueyrredón 1549 obtuvo un doble reconocimiento, alcanzando el primer puesto tanto en Nivel I (cuarto y quinto año de secundaria) como en Nivel II (sexto año). Los proyectos, que fueron coordinados por el profesor Ezequiel Ortega y contaron con la colaboración de la docente Agustina Squillacioti, fueron distinguidos por el jurado por su profundidad conceptual, claridad en la comunicación y enfoque integral.

El colegio ubicado en Pueyrredón 1549 obtuvo un doble reconocimiento, alcanzando el primer puesto tanto en Nivel I (cuarto y quinto año de secundaria) como en Nivel II (sexto año). 

El equipo de Nivel I (integrado por Zoe Escobar, Abril Fenanti e Iara Ruiz) presentó el trabajo "Cuando las formas hablan: la homología persistente y su papel en la inteligencia artificial médica", donde exploraron cómo la matemática permite a los algoritmos "ver" patrones invisibles en imágenes médicas y cómo esa unión entre matemática, inteligencia artificial y medicina abre nuevos horizontes científicos.

Por su parte, el equipo de Nivel II (conformado por Catalina Abadie, Luz María Henrique, Nicole López, Lucas Mareco y Mía Vázquez) elaboró el trabajo "El eco de las matemáticas", en el que investigaron los vínculos entre el álgebra lineal, los algoritmos y la vida cotidiana. A partir de ejemplos como el GPS, Spotify o ChatGPT, analizaron cómo los vectores, matrices y probabilidades que se aprenden en la escuela son, en realidad, el lenguaje que estructura nuestra cultura digital.

Ambos grupos asumieron el desafío de convertir temas complejos en producciones accesibles y significativas, integrando saberes de distintas áreas. El principal reto fue traducir la matemática universitaria a un lenguaje claro, mostrando su aplicación en la vida cotidiana. En ese proceso, aprendieron a investigar, debatir, escribir con rigor y comunicar sus conclusiones de manera creativa.

"Fue un desafío enorme organizar todo lo que queríamos decir: cada uno tenía una idea distinta y tuvimos que aprender a combinarlas. Descubrimos que escribir juntos no es solo juntar textos, sino escucharnos, investigar y darle coherencia a lo que pensamos", expresaron los alumnos premiados.

Fue un desafío enorme organizar todo lo que queríamos decir: cada uno tenía una idea distinta y tuvimos que aprender a combinarlas. Descubrimos que escribir juntos no es solo juntar textos, sino escucharnos, investigar y darle coherencia a lo que pensamos

Ortega, quien es licenciado en matemática, se sumó a la charla y admitió que, cada año, los docentes observan cómo los nuevos estudiantes se inspiran en los pares que ya participaron antes de las olimpíadas y, de esa manera, los chicos descubren que "la matemática es una forma de pensar, crear y trabajar juntos". "Acompañarlos en ese proceso, ver cómo transforman la curiosidad en ideas y las ideas en proyectos, es lo que da verdadero sentido a nuestra tarea como profesores. Más allá del resultado, lo que permanece es el aprendizaje compartido y el entusiasmo por seguir construyendo conocimiento", sostuvo.

Acompañarlos en ese proceso, ver cómo transforman la curiosidad en ideas y las ideas en proyectos, es lo que da verdadero sentido a nuestra tarea como profesores. Más allá del resultado, lo que permanece es el aprendizaje compartido y el entusiasmo por seguir construyendo conocimiento

Para finalizar, la directora del Instituto Sagrada Familia de Banfield, Marisa Barritta, les dedicó unas palabras a los alumnos: "Este logro no sólo reafirma el prestigio de la institución, sino que, además, permite que se genere un ambiente de motivación entre pares, ya que el reconocimiento valida la participación y el esfuerzo. Estamos orgullosos de la calidad humana y del desempeño académico de nuestros jóvenes".