De un carro a tres generaciones: el corralón que hizo crecer a Banfield

ESFUERZO Y SACRIFICIO. "El Puma" abrió en los años '50 de la mano de Francisco Puente y su esposa. Hoy sigue de pie gracias a sus hijos, quienes mantienen la esencia de la empresa.

El comercio abrió en Banfield durante la década del 50

El comercio abrió en Banfield durante la década del '50.

El pasado 25 de septiembre se celebró en la Argentina el Día del Comerciante de Materiales para la Construcción, en reconocimiento a los negocios que se dedican al rubro y que son claves en el sector. En Lomas existe el comercio "El Puma", que desde la década del '50 atiende y asesora a los vecinos en lo que respecta a materiales para la construcción. Hoy en día, la segunda generación de la familia se hace cargo del comercio que es un emblema en la comunidad.

El local fue abierto hace más de 70 años por el vecino Francisco Puente, quien ya contaba con un pequeño corralón en Avellaneda. Con la intención de expandir su negocio fue que recaló en Banfield, más precisamente en Barceló 51, en un espacio en el que recién se estaba formando el barrio. "Su llegada fue una revolución porque ayudó a que muchas casas se construyan", explicó Nora, su hija, quien junto a sus hermanos Héctor y Juan José actualmente se encuentran a cargo del comercio.

Su llegada fue una revolución porque ayudó a que muchas casas se construyan

"Mi padre fue muy trabajador, pero siempre contó con el apuntalamiento de mi madre, quien se hacía cargo de las tareas administrativas. Los primeros traslados de materiales los hacían con un carro, hasta que después, con gran sacrificio, mi papá pudo comprarse un camión", contó Nora sobre los inicios de "El Puma".

Mi padre fue muy trabajador, pero siempre contó con el apuntalamiento de mi madre, quien se hacía cargo de las tareas administrativas. Los primeros traslados de materiales los hacían con un carro, hasta que después, con gran sacrificio, mi papá pudo comprarse un camión

El buen trato, la honestidad y la confianza fueron las bases en las que se construyó y creció el negocio familiar. "Los clientes hacían pedidos y no hacía falta que firmen ninguna boleta ni que paguen por anticipado: la palabra valía mucho. Esa metodología se perdió con el paso del tiempo", reveló.

Fue tal el crecimiento del negocio que pudieron contratar trabajadores: en la actualidad, la empresa cuenta con 25 empleados, quienes permanentemente ayudan y asesoran a los vecinos en lo que respecta a la construcción y ampliación de viviendas.

"Entré en la empresa como conductor de camión y hacía repartos, pero hoy colaboro como maquinista. Trabajo acá hace 37 años y es un honor ser parte de esta familia", dijo el empleado Mario Romero, mientras que Mónica Nájera se sumó a la charla y sostuvo: "Hace casi dos décadas que soy parte de 'El Puma'. Siempre estuve en el área de atención al cliente, un espacio donde es fundamental escuchar y entender al vecino para generar empatía".

El comercio ya cuenta con la participación de la tercera generación de la familia Puente, que se incorporó al negocio con la intención de continuar con el legado iniciado por Francisco hace más de siete décadas. De esta manera, el local se proyecta a futuro sin perder la esencia que lo convirtió en un emblema de Banfield.